Varados en los tejemanejes de los bancos anglosajones y del resto del corifeo mundial, que hace veinte años montó una auténtica timba en las Bolsas para convertirlas en un Gran Casino en donde se cruzan millones y millones de fichas cada segundo. Ya con motivo del crash de octubre de 1987 escuché a los prohombres de Wall Street, que los problemas emanaban del abuso de los derivados, capaces de multiplicar por diez los efectos bajistas de los índices. Dijeron que eso se iba a acabar para evitar posteriores hundimientos.

Pero no sólo todo sigue igual sino que han empeorado, porque con el transcurso del tiempo se han puesto en marcha nuevos mecanismos, nuevas armas, nuevos instrumentos...nuevas fichas, nuevos juegos en el Gran Casino de la Bolsa. Y como yo no entiendo de Casino ni considero que la Bolsa sea un casino, decido estarme quieto, con los brazos cruzados. Algunos clientes me dicen que esto es lo que hay y que con ello hay que convivir. Pero insisto: no juego, no entiendo este juego”, me contó ayer uno de los grandes gestores de fondos de la Bolsa española. “Allá cada uno con la cuádruple hora bruja, o con la triple, o con lo que sea...”, añade.


Mañana viernes el mercado se enfrenta a los que se conoce como la cuádruple hora bruja. Así es como se conoce en bolsa a los días del año en los que se produce el vencimiento trimestral simultáneo de futuros y opciones sobre índices bursátiles y acciones y que coincide con el tercer viernes de marzo, junio, septiembre y diciembre.

¿Por qué son tan importantes las horas brujas? Esta es una pregunta que se pueden hacer muchos inversores noveles. La respuesta es sencilla: el volumen de mercado aumenta considerablemente y generalmente también la volatilidad. Además, los invesores suelen aprovechar este momento para tomar posiciones para el siguiente trimestre y por lo tanto marcan la tendencia del mercado a corto plazo.

La denominación de hora bruja se debe a los extraños movimientos que se suelen registrar en los mercados en estas sesiones de vencimientos. Así, por ejemplo En 2006, entre el 9 de mayo y el 13 de junio el Ibex35 bajó un 10%. Parecía que venían las horas bajas de la bolsa. Pero el 16 de junio hubo una hora bruja, y empezó el rebote que llevó a cerrar el año con ganancias por encima del 30%, dejando la atrás la caída de mayo/junio. En septiembre de 2008 pasó algo similar a penas unas jornadas después de la quiebra de Lehman Brothers. En este caso, la oscilación del Ibex 35 fue de 778,5 puntos entre el máximo y el mínimo, cuando la media diaria hasta la fecha era de 319,1 puntos.

En el mercado español, el Precio de Liquidación del futuro Ibex 35 se calcula como la media aritmética del índice Ibex 35 entre las 16:15 y las 16:45 de la fecha de vencimiento, tomando un valor por minuto. En este periodo, los operadores que arbitran entre contado y derivados tienen que deshacer su posición en el mercado de contado a razón de una trigésima parte de la cartera por minuto durante 30 minutos.

Añado de mi cosecha que mañana llegamos a la cuádruple hora bruja con la volatilidad dormida, en mínimos y que, a pesar de la gran propaganda que unos y otros otorgamos al evento, los días de vencimiento ya no son lo que fueron.

Fuente: www.lacartadelabolsa.com