El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, destacó que las previsiones se publicarán el 21 de febrero y "hasta entonces no puedo dar una cifra exacta". En las últimas previsiones de noviembre del pasado año, hablamos de un crecimiento para el total de la UE del 2,4% y para la zona del euro del 2,2% en 2008 pero en las siguientes previsiones se van a perder algunas décimas", añadió Almunia.Pese a la crisis financiera actual, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, hizo hincapié ayer en la existencia de presiones inflacionistas en la zona del euro, lo que significa que la entidad no está dispuesta a bajar los tipos de interés.El BCE ha dejado inalteradas las tasas en el 4% desde junio del pasado año, cuando las subió por última vez en 25 puntos básicos hasta ese nivel.Trichet ha explicado que en las reuniones de política monetaria de enero y diciembre el consejo de gobierno de la entidad monetaria ha discutido mantener el precio del dinero o subirlo pero no bajarlo.El banco europeo ha decidido no mover los tipos de interés, pese a las presiones inflacionistas, debido a que todavía se desconocen los efectos de la crisis financiera en la economía real.Almunia añadió en Davos que, sin duda, "la economía más afectada en el mundo industrializado por las turbulencias de los mercados financieros es la de EEUU, donde ha surgido el problema de las hipotecas de alto riesgo ("subprime") y donde hay un problema muy fuerte de caída del precio de la vivienda, así como un nivel de endeudamiento muy elevado de familias y empresas y falta de ahorro".Por ello, el comisario europeo consideró que es en EEUU "donde hay necesidad de adoptar medidas para ajustar esa economía pero a través de diferentes canales y, en particular, a través del sistema financiero, de la confianza de los inversores y de los consumidores".No obstante, Almunia afirmó que "las economías europeas están bien equipadas para hacer frente a las turbulencias, con sólidos fundamentos, con una balanza por cuenta corriente prácticamente equilibrada y una creación de empleo muy importante que ayuda a mantener el consumo interno".Por lo tanto, "hay que ver el futuro con realismo, sabiendo que el crecimiento económico va a ser menor pero no con alarmismo", enfatizó Almunia.