No llega la reacción, pese al efecto “demoledor” de las palabras del presidente del BCE, Jean Claude Trichet, en la última sesión. Descartó tácitamente un recorte del precio del dinero en el corto plazo, a pesar de revisar a la baja las previsiones de crecimiento en la Zona Euro para 2008 y 2009, y las bolsas no disimularon su decepción. La ola generalizada de ventas propiciado por el mensaje de Trichet se extendió a EE.UU, donde hoy se espera como agua de mayo el dato de paro del mes de agosto. Y las previsiones no son optimistas, sobre todo, tras conocerse en la última sesión que las solicitudes semanales de beneficios por desempleo aumentaron sorpresivamente la semana pasada y que el número de estadounidenses sin empleo alcanzó su nivel más alto en cinco años. Junto a ello, el descenso de las materias primas se interpreta por el lado negativo y, según los analistas, el mercado teme ahora una perspectiva deflacionaria y que es muy, muy negativa para el mercado bursátil. Así las cosas y a falta de algún catalizador, no podemos ver otra cosa en la apertura que ventas. Más cuando el único dato macro que conocemos esta mañana, la
producción industrial, desciende un 4,4 por ciento interanual en julio en datos desestacionalizados y cuando llegan nuevas rebajas de recomendación para el sector bancarioPuntilla de DB al sector bancario
Muy pocas son las compañías que escapan a la tendencia negativa generalizada que sufren las bolsas en esta mañana de viernes. Se trata de Unión Fenosa, con alzas del 0,06 por ciento, de Iberdrola renovables, que logra sumar un 0,25 por ciento, y de Acerinox. La siderúrgica se anota los mayores repuntes, del 0,7 por ciento. En el otro lado de la balanza, en cambio, se sitúan los bancos tras recibir un fuerte varapalo de mano de Deutsche Bank. En una nota sobre el sector bancario español, el banco alemán dice que ha reducido en una media de un 12 por ciento el precio objetivo de los grandes bancos y en un 27 por ciento el de los enfocados al mercado doméstico, debido a rebajas en sus previsiones y valoración. Así, sitúa el precio objetivo de Banesto en los 8,7 euros, el del Popular en los 6, en los 4,3 el del Sabadell y en los 3,7 y 4,4 euros respectivamente el de Bankinter y Banco Pastor. Y el reflejo en bolsa no se hace esperar: Bankinter es el más castigado, al dejarse un 2,58 por ciento para liderar los descensos del selectivo en la apertura, seguido por Popular (abajo un 2,26 por ciento) y por Banesto, que se deja un 2,10 por ciento. El caso de los dos grandes bancos es diferente en cuanto a valoración por parte de la entidad alemana, pero también sufren en bolsa. Para el Santander mantiene su consejo de comprar y de mantener para el BBVA, pero ajusta los precios objetivos de ambos a la baja hasta los 14 y 15 euros, respectivamente. Conclusión: en bolsa la entidad presidida por Emilio Botín se deja un 1,40 por ciento y un 1,30 por ciento el BBVA.

