Pues bien,  las entidades financieras cuidan la suya que, en este caso, es la cotización del valor en la bolsa por sus brókeres cuidadores del mismo. Esto lo hacen comprando o vendiendo valores de la propia entidad para cuidar en función de que suba o baje su valoración bursátil. y sea o no conveniente. En este juego cada entidad se juega - valga la redundancia-  muchos millones del patrimonio de sus accionistas, porque unas veces se saca al mercado cuando la cotización se considera que es correcta parte o la totalidad de su autocartera y se gana dinero  pero  otras veces. para parar las bajadas de la cotización cuando la situación de la propia entidad o su circunstancia no coinciden con los criterios del mercado sobre la misma , se deben de emplear ingentes sumas para parar esta sangría,.En el caso del Popular en el primer semestre del 2012 se perdieron en estas operaciones cerca de 71 millones de euros, calculen Vds., el beneficio obtenido en el mismo periodo por esta entidad y observarán lo que representan este tipo de operaciones.



Estas operaciones de autocartera están supervisadas y controladas por el BdE, pero no deja de ser una práctica ruinosa y comporta mala praxis el abuso de la misma, porque desvirtúa el valor real de la cotización del valor al estar manipulada. El mercado por sí solo debe regular el precio de las cosas y, si la gestión no es correcta, el precio para sus accionistas es la disminución del patrimonio que representan las acciones poseídas, ni más ni menos. Lo demás es ocultar realidad .Las contrapartidas suelen ser variadas: desde colocarlas en fondos a precios pactados incluso con beneficios ya pactados de antemano también, a ofrecerla en pago de dividendos, habiendo vaciado por este último sistema su autocartera,.

Ofreciéndolas en pago de dividendos se matan dos pájaros de un tiro. Por una parte, no hay desembolso líquido y por otra, se reduce la autocartera. Hay que tener en cuenta que la autocartera del Popular alcanza 4%, la del Santander en el 1,70% siendo la más alta de su historia reciente, la del BBVA en el 1,83%, Sabadell en el 1,3% y CaixaBank por ejemplo en el 1% . Estos datos como siempre indicamos son los oficiales esta caro que hay otros aparcaderos de acciones propias que no aparecen de forma oficial por que desequilibrarían los balances de la entidad y hay que tener en cuenta que la capitalización del Popular en estos momento es casi igual a la ampliación que se pretende realizar de 2.500 millones de euros.

Como vemos la auto-cartera no es un problema menor al que se enfrenta nuestra banca, sino que es uno más de los que tiene enfrente y al que se recurre cada vez más asiduamente para frenar las caídas de sus cotizaciones, encontrándose pues en su conjunto con una parrilla de problemas de primer nivel a los que no se encuentra una solución certera. Se debe de acabar con estas sociedades parking de acciones que utilizan los ejecutivos de las entidades para camuflar la realidad mientras se pueda.

Podríamos decir que la autocartera es el resultado final de una gestión que no convence y al igual que el tendero tiene que retirar la mercancía y guardarla en cámaras frigoríficas para poder sacarla más adelante cuando el mercado sea propicio para ello y puede que esta mejora no aparezca y la mercancía pierda totalmente su valor y no poder jugar con ella, con lo cual es una pérdida directa, por ello no es un tema baladí y cada vez mas hay que estar pendiente de los niveles de auto-cartera que las entidades tienen oficial y extraoficialmente para saber el grado de buena gestión que se realiza en las mismas.

Evidentemente no es el parámetro fundamental por sí solo de una buena gestión pero unido a la morosidad y a su nivel de apalancamiento, podrían dar una imagen bastante real de lo que es la entidad financiera- La morosidad está en un término medio, según el BdE, en un 16,8% y los recursos solicitados el BCE aumentaron en 48.000 millones entre Abril y Octubre, siendo la contrapartida de estas cifras principalmente la compra de deuda pública del país.

Como siempre dicen los expertos estamos en una tremenda rotonda en la que lo único que hacemos es cambiar las partidas de lugar pero la gravedad de los problemas sigue ahí por mucho que los disfracemos.

Rafael Montava Molina
Consultor Financiero Empresarial
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