La tecnológica ha admitido en una nota de prensa que "como parte del proceso de garantía de calidad en curso, Intel Corporation ha descubierto un problema de diseño en un chip sacado al mercado recientemente y ha implementado una solución de silicio". Añadió que "ha detenido el envío de los chips afectados a sus fábricas y ha corregido el problema de diseño", por lo que ya ha comenzado la fabricación de "una nueva versión que se resuelve el problema".

Este error reducirá los ingresos del gigante tecnológico en cerca de 300 millones de dólares durante los tres primeros meses de 2011 y supondrá también un gasto adicional, aunque no concretó de qué cuantía se tratará. Con estas modificaciones, Intel espera ingresar en el primer trimestre cerca de 11.700 millones de dólares y lograr un margen bruto en torno al 61%