El Ibex 35 está paralizado. El índice encadena seis semanas en un rango que ronda los 400 puntos (unos cuatros puntos porcentuales) que se encuentra comprendido entre el máximo anual situado en 9.310 y el mínimo de la semana pasada establecido en 8.906. Un comportamiento que no daña el fondo alcista que es amplio (el 54% de las acciones que componen el índice se mantienen en fase alcista según el reloj de precios construido con nuestros indicadores técnicos) pero que si refleja una fuerte pérdida de momento positivo.
El estancamiento es generalizado; se aprecia en el resto de índices bursátiles europeos sobre los que acabamos de escribir una nota fijando niveles chartistas. La balanza está equilibrada. Los argumentos a favor de la tendencia alcista de fondo son claros: fuerte momento económico positivo apoyado en la recuperación de la normalidad y la compra de activos de bancos centrales que se mantendrá en el tiempo por los paquetes de estímulo económico. Los argumentos en contra también son claros: los precios presentan amplios excesos (sobrevaloración y sobrecompra) y los desequilibrios acumulados son “bestiales” y no paran de aumentar.
Ibex 35 en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje, Estocástico lento y Volumen de contratación
La variable que puede hacer romper el delicado equilibrio actual es la inflación y continúa siendo el principal catalizador: el mayor impacto en los mercados continúa siendo ocasionado por la información vinculada a los precios. Si el Ibex 35 pierde el mínimo de la semana pasada, los 8.906 puntos, con sorpresas al alza en materia de precios, la corrección a corto plazo ganará cuerpo y se probarán soportes intermedios. Por el contrario, si el tiempo avanza y los datos económicos no sugieren que la inflación continúe repuntando, no cambiará el statu quo y el fondo alcista terminará por imponerse.
Esta es la situación actual y, en las próximas sesiones, andamos sobrados de información económica de primer nivel que puede actuar de catalizador. Manténgase en sintonía pues, después de periodos prolongados de estabilidad, los movimientos suelen suceder con dureza y rapidez cuando comienzan a despejarse las dudas.