En un periodo en el que la producción neta ha disminuido un 5,8%, hasta los 107.822 gigawatios, Iberdrola ha logrado dar continuidad a la mejora en sus cuentas.

Las cifras, además, se han ajustado a lo previsto. En los nueve primeros meses del año el beneficio neto ascendió un 3,5% hasta los 2.143 millones de euros, ligeramente por encima de los 2.090 millones que auguraban los analistas consultados por Reuters. Su ebitda aumentó un 0,4%, hasta los 5.586 millones, algo por debajo de los 5.610 millones esperados por el mercado.