Sin embargo, el gobierno estadounidense dijo que está convencido que GM "con una reestructuración más fundamental, emergerá de este proceso como una empresa más fuerte y competitiva". Washington proporcionará a GM dinero durante 60 días "para desarrollar un plan de reestructuración más agresivo y una estrategia creíble para implementar ese plan".

En este contexto, Rick Wagoner, hasta hoy presidente de General Motors, fue obligado a presentar su dimisión por la Casa Blanca, que amenazó con no conceder más dinero a la empresa si el ejecutivo seguía al frente, dijo hoy el periódico "The Wall Street Journal". Con respecto a Chrysler, "la Administración ha concluido a regañadientes que Chrysler no es viable como una compañía independiente".

Pero Washington entiende que el acuerdo provisional entre Chrysler y Fiat, aunque tiene que superar "obstáculos sustanciales", "podría ser la base de un camino hacia la viabilidad". El Gobierno proporcionará a Chrysler capital para que funcione durante 30 días "para finalizar el acuerdo con Fiat y asegurar el apoyo de las partes interesadas". Sólo si se produce esto, Washington proporcionará otros 6.000 millones de dólares a Chrysler.

La Casa Blanca dijo que respaldará las ventas de vehículos de los dos fabricantes durante este periodo con "un innovador programa de garantía". Finalmente, la Casa Blanca ha nombrado a Edward Montgomery, ex vicesecretario de Trabajo, como director de Recuperación para Trabajadores del Automóvil y sus Comunidades para ayudar con la reconversión de aquellas regiones que dependen del sector del automóvil.