El pasado 1 de enero, por falta de acuerdo en las tarifas, Gazprom cortó totalmente los suministros de carburante a Ucrania, país por el que pasa casi el 80 por ciento del gas natural que Rusia exporta a Europa.
La crisis del gas entre Rusia y Ucrania ya ha tenido consecuencias en la distribución a empresas europeas, como la alemana RWE, que desde el pasado domingo recibe un 5 por ciento menos de combustible.
Moscú acusó el domingo a Ucrania de apropiarse ilegalmente de 25 millones de metros cúbicos de gas natural bombeado desde Rusia para a los clientes europeos de Gazprom y de otros 25 millones de metros cúbicos de carburante que se encontraban en depósito.

