¿Qué mundo hemos creado para nuestros hijos? Un mundo en el que la falta de sacrificio es virtud y el trabajo defecto. Un mundo en el que la ambición por hacer de tu país un sitio mejor, ha pasado de ser prioridad a ser defecto. Nuestra sociedad valora la fama por fama y en cuestión de dinero únicamente importa una cosa, más!

Acaso no creamos la vida en sociedad para compartir, para relacionarnos para hacer en definitiva de este mundo, un sitio mejor?

Ese es el significado de Europa no otro. No nos equivoquemos. Europa es y será el proyecto común. Ahora tenemos el reto de construir y no de destruir.
Tenemos que pensar que nos hemos equivocado, cierto; pero ahora es el momento de trabajar para reconstruir una sociedad llena de valores. El primer paso Grecia. Los políticos deberían de dar un golpe encima de la mesa, con convicción, con liderazgo, con severidad y decir a los mercados que Europa ha llegado para quedarse. El sueño de Churchill es realidad y los europeos vamos a estar para ayudarnos los unos a los otros.

Hay que olvidar de sacar a Grecia del euro, hay que olvidar de estrangular más a una de las cunas de nuestra civilización. La solución pasa por evitar el colapso de nuestro sistema. Para ello, hay que evitar la reestructuración y la absurda salida de Grecia del euro. Qué mensaje daríamos a nuestros hijos? Delante de un problema hay que huir o afrontarlo? Hay que sufrir con nuestros hermanos para superar sus problemas o abandonarlos a su suerte?

La solución pasa por reformas estructurales. Grecia tiene que sufrir sus errores para aprender. Grecia tiene que caer para volverse a levantar. Pero nosotros, tenemos que intentar que la caída se lo más llevadera posible.
Para ello, la solución no pasa por la reestructuración sino por la refinanciación. Alargar el vencimiento de los plazos de entrega. La solución pasa por ayudar a nuestros hermanos griegos, reduciendo el coste de la deuda y no sacándolos del euro a las primeras de cambio. Qué credibilidad el euro en el mundo?

Alargar el plazo de vencimiento de la deuda Griega y reducir el coste de financiación podría tener como condicionante un calendario de amortización de la deuda junto con un programa de privatizaciones. Grecia puede salir de la crisis, pero como decía el primer ministro Papandreu “que nos dejan hacer nuestro trabajo”.

Esperemos que los políticos den ejemplo a nuestra sociedad, esperemos que los políticos hagan del liderazgo convicción y de la ayuda a Grecia el inicio de una Europa unida. Los mensajes de las últimas semanas, en medio de fuertes rumores parecen indicar, que los políticos tienen claro lo que está en juego.

Por otro lado, Reestructurar la deuda Griega significaría una catástrofe, significaría la aniquilación del sistema financiero. El sistema necesitó
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trillones de USD para salvar la chapuza de Lehman Brothers. No podría resistir la aniquilación de Grecia.

Por otro lado, salir de la divisa común no significa necesariamente convertir la deuda pública en dracmas. La que significa que en caso de salir del euro, Grecia debería ipso facto el doble de lo que debe. Si las autoridades decidieran convertir la deuda en dracmas, entonces Grecia tendría una pérdida de confianza de los mercados de deuda, que no podría volver a ellos, durante décadas lo que podría llevar a Grecia a una situación devastadora. Sin olvidar de que los devastadores efectos sistémicos, serían todavía peores que en una hipotética reestructuración.

Ante este panorama, el mundo tiene que dar un mensaje claro. Grecia se ha equivocado, ha caído y está convaleciente, pero la vamos a ayudar. Grecia y el resto de países de Europa tiene que aprender la lección pero nuestra obligación, como ciudadanos de Europa, es ayudar a nuestra hermana y enseñar a nuestros hijos que el sacrificio, la humildad y la generosidad son virtud y la soberbia y la codicia defecto.