Y eso es precisamente lo que pudimos ver en la sesión de ayer: una recogida de beneficios muy importante y brusca que le llevó a devolver la totalidad de las ganancias desde su ruptura y por lo tanto realizar un testeo a los 16 euros.
De hecho, ha sido un testeo muy limpio porque precisamente tras testear el nivel de los 16 euros, el precio de las acciones de Repsol reaccionaron también con fuerza para dejar un precio de cierre en la sesión bastante alejado de esos 16 euros.
Con este proceso, considero que se ha producido una limpieza de inversores cortoplacistas y ahora el valor está preparado para proseguir con su camino ascendente. Por lo tanto, la estrategia a desarrollar es muy clara para los inversores que quieran sentarse en un valor por una larga temporada. Pero también sin menospreciar a los cortoplacistas.
Así que la idea pasa por subirse al tren de Repsol y mantenerse comprado mientras que no veamos la pérdida de los 16 euros. Nivel que deberemos ir subiendo a medida que el valor recupera las pérdidas de ayer y testea de nuevo los recientes máximos en los 17,25 euros. Allí, nos dará una importante señal de fortaleza si efectivamente es capaz de romper dicho nivel y seguir escalando posiciones.
Sin embargo, no puedo olvidarme que una moneda tiene dos caras y por ello, ante una supuesta perforación de los 16 euros, yo probaría las posiciones cortas ante la posibilidad de ver una corrección hasta los 15,65 euros, eso sí, con un stop de pérdida ceñido a los 16,13 euros que también habría que gestionar eficientemente.