La Bolsa cumple una función esencial en el crecimiento de toda economía, puesto que canaliza el ahorro hacia la inversión productiva que protagonizan las empresas. Es un instrumento de financiación para las empresas y de inversión para los ahorradores. Asimismo, facilita a los propietarios de las empresas la optimización de su riqueza y de sus participaciones empresariales. La liquidez que ofrece el mercado se genera por la libre entrada y salida de inversores, es decir, por la ley de oferta y demanda. Ello permite la formación de precios de mercado y, por tanto, la valoración objetiva de las acciones y, en definitiva, de la empresa.
Una vez una compañía sale a cotizar hay distintas variables que puede llevarla a estar uno de los principales índices selectores de Europa, el Ibex 35. Y es que cualquier compañía que cumpla las condiciones, sin importar al sector al que pertenezca, puede formar parte del selectivo español. El criterio principal esa la liquidez.
De hecho, para formar parte del Ibex 35 es la liquidez. Para ser candidato al Ibex una empresa debe cumplir varios requisitos. El primero es que su capitalización media debe ser superior al 0,30% de la capitalización media del índice durante el periodo de control. El período de control se extiende durante un seis meses completos.
El segundo es que el valor tiene que ser negociado al menos en un tercio de la sesiones del período de control, con la única excepción de los que se encuentren entre las 20 mayores empresas por valor de mercado.
La entrada o salida de valores del índice es decisión de un grupo de expertos denominado Comité Asesor Técnico. Este comité se reúne dos veces al año, normalmente en junio y en diciembre
Además, el comité de revisión puede tener en cuenta otros parámetros para decidir la incorporación de una empresa al Ibex.
- Volatilidad
- Profundidad del libro de órdenes
- Índice de liquidez anualizado
- Efectivo en el libro de órdenes respecto a capitalización
- Horquilla media
- Horquilla media ponderada