Llardén insistió en que la compañía se preparó para afrontar la situación actual, una fuerte recesión que se deja notar también en el consumo de gas industrial que, según adelantó, ha caído en España un nueve por ciento en los dos primeros meses de 2009. De cara a 2009, la compañía se esforzará por aumentar sus reservas estratégicas que actualmente están en el ocho por ciento de la demanda anual media, una cifra "muy baja", reconoció Llardén, ya que lo deseable sería que estuviera entre el 20 y el 25 por ciento.

En cuanto a posibles movimientos en el accionariado, recordó que más de doscientos fondos invierten en Enagás y entre ellos destaca el del gobierno noruego que invierte los beneficios del petróleo a través del Norges Bank y que está "muy interesados en Enagás", donde controla cerca de un 2,5 por ciento. No obstante, además de a dicho fondo noruego, la compañía está "abierta" a cualquier otro fondo extranjero, con independencia de su origen, al tiempo que recordó que por su negocio, Enagás cuenta con limitaciones al accionariado, al igual que sucede en otros países.

Respecto a posibles compradores del 5 por ciento que Gas Natural está obligada a vender en su opa con Unión Fenosa, Llardén explicó que la gasista tendrá "un tiempo confidencial" para deshacerse de su participación y Enagás colaborará para dar información "a quien tenga interés por la compañía".