Esta mañana nos hemos levantado con la reforma energética sobre la mesa. En ella el Gobierno pretende reducir el agujero tarifario, que ya ronda los 30.000 millones de euros, a costa básicamente de las propias compañías. En cambio, el Ejecutivo recortará 1.500 millones de ayudas a las renovables y otros 1.000 millones a la distribución. De esta manera, eléctricas y renovables asumirán la mayor parte del ajuste de 5.000 millones que se plantea. No obstante, esto también podría resentir el bolsillo del consumidor, ya que se deja la puerta abierta a nuevas subidas del precio de la luz.
Con esta incertidumbre sobrevolando las energéticas, los inversores huyen del sector, especialmente de Enagás
. Esta acción pierde un 6,13% hasta los 17,62 euros. Técnicamente, la pérdida hoy del soporte de los 18 euros redunda en “un riesgo de caída hasta 17,2 y 16,6 euros, consecutivamente”, advierten desde BNP Paribas.
Las energéticas tendrán que costear gran parte del déficit tarifario acumulado en estos años, lo que supondrá menores ingresos y, probablemente, cambios en las propias empresas para evitar más salida de caja. En este sentido, desde Selfbank, indican que el sector podría modificar su política de dividendos. Recordemos que actualmente Enagás ofrece una rentabilidad por dividendo del 6,76%, en línea con la media del Ibex 35 y la segunda mayor del sector, después de Iberdrola (rentabilidad por dividendo del 7,72%). La semana pasada Enagás repartirá el 3 de julio un dividendo complementario de 0,684 euros por acción