Una desconfianza a la que ha contribuido – y mucho- el sector financiero. La intervención de Caja Sur por parte del Banco de España o la inminente fusión de cuatro cajas de ahorro españolas pone el acento en la reestructuración que sufre el sector en nuestro país. “Y lo que nos queda porque nos sobran la mitad de las cajas de ahorro”, reconoce la directora de análisis de Dracon Partners. Actualmente son pocos los países que cuentan con este tipo de entidades, sin ir más lejos en Estados Unidos “las cajas quebraron a principios de los `80 de la mano de la crisis inmobiliaria. Aquí siguen teniendo un elevado componente político que les permite sobrevivir”.

Cajas vs bancos ¿iguales?

Y aunque bancos y cajas de ahorro se engloban en el saco de “sector financiero”, las segundas cuentan con una ventaja: una caja de ahorros puede comprar un banco pero un banco no puede comprar una caja en condiciones normales del mercado. esta experta reconoce que se ha dejado sobredimensionar el tamaño de las cajas “que no han estado respaldadas por un equipo gestor que haya sabido gestionar un activo y un pasivo en el caso de un balance”. En el caso de Caja Sur se habla de una entidad con una morosidad del 11%, “una situación insostenible y que aun así se ha negado a una lógica fusión con Unicaja”.

Pero ¿puede ser una solución dejar caer a las entidades? Pérez advierte de que no se pueden dejar caer y recuerda el efecto dominó que provocó el caso Lehman Brothers. “Hay un pacto tácito entre los principales gobiernos de nacionalizar antes que dejar caer pero se está viendo que las entidades que peor se encuentran de repente empiezan a fusionarse – de manera descafeinada, eso sí- con la incertidumbre política de nuevo presente”. Algo que no da ni confianza ni credibilidad a los inversores internacionales.

Una desconfianza que se palpa en los gráficos de las principales entidades españolas en sesiones como las de ayer. Santander o BBVA contaron pérdidas superiores al 3% y la banca mediana llegó incluso al 5% de penalización. Posiciones cortas sobre la banca que de nuevo vuelven a recordar la decisión que tomó Alemania de prohibir los cortos al descubierto. Una medida con la que “no creo que se vaya a frenar la caída de un sector”. Pérez recuerda que este tipo de órdenes “tienen una parte de especulación pero también de cobertura. Estamos débiles y es lógico que el foco de atención recaiga sobre estos sectores”.