"La crisis ha demostrado que en el sector financiero la ética, a fin de cuentas, es rentable", destaca. Así, justifica la decisión de no lanzarse a adquirir participaciones de otras entidades, a pesar de la caída de la capitalización bursátil de muchas de ellas. El presidente del BBVA afirma que el mercado de EEUU supone un "potencial" para reforzarse, pero precisa que "hay que esperar a que se esclarezcan las intenciones del Gobierno estadounidense en torno a las entidades en las que interviene directamente".

En cuanto a las perspectivas a corto plazo para Europa, se muestra reservado y comenta que "cada uno está ocupado en salir de la crisis, lo que se traduce en una pausa en el proceso de globalización financiera". El presidente del BBVA considera asimismo que las entidades financieras deben facilitar el acceso de los clientes a sus productos mediante un modelo mixto que combina el doble canal de la atención en las entidades y en internet.

"Quienes no hagan sus deberes en este aspecto no formarán parte ni de la liga europea ni de la liga mundial", apuntó.