ABN tiene que pagar a Barclays una indemnización de 200 millones de euros por no haber prosperado esta fusión, que ambas entidades acordaron el pasado abril.Según un comunicado emitido por ABN, la decisión de dimitir fue adoptada "en estrecha coordinación" con el consejo de supervisores del banco.Groenink recordó que, con su apuesta por la fusión con Barclays, trató de dar "un paso adelante en nuestra estrategia a largo plazo".Tras el respaldo de los accionistas a la oferta competidora de Santander y sus socios, es conveniente, según Groenink, "dar paso a un sucesor que tenga la voluntad y capacidad para sacar adelante los planes del consorcio".El presidente de ABN añadió que "con esta decisión, digo adiós a muchos colegas maravillosos y amigos con los que he tenido el privilegio de trabajar durante estos 33 años".Groenink también tuvo palabras para los empleados y clientes de su banco, a los que deseó "lo mejor para el futuro".El presidente abandonará su cargo con motivo de la próxima junta de accionistas de ABN, que se celebrará "lo antes posible".El presidente del consejo supervisor de ABN, Arthur Martínez, destacó que, durante la presidencia de Groenink, la entidad se ha transformado "en un grupo bancario bien integrado con objetivos claros".Valoró especialmente su labor durante el último año, cuando, a pesar de las "intensas presiones", Groenink gestionó el proceso en torno a las dos opas competidores de manera responsable.Rjikman Groenink comenzó a trabajar para el banco Amro en 1974 y tras haber ocupado varios puestos en las divisiones holandesa e internacional, se integró en la directiva del banco en 1988.En la década de los noventa participó en la gestión del negocio de banca de inversión y dirigió la unidad de negocio en Holanda, hasta 2000, cuando fue nombrado presidente.