Así, a falta de conocer el próximo día 21 el dato definitivo, la economía española prosigue la senda de desaceleración iniciada en el segundo trimestre de 2007, que ha llevado al Ejecutivo a revisar su previsión de crecimiento para este año desde el 3,1 hasta el 2,3 por ciento.El dato avanzado del crecimiento del primer trimestre difundido hoy por el INE es una décima inferior al previsto por el Banco de España que, el pasado 30 de abril, en su último boletín, cifró en el 2,8 por ciento el aumento del PIB registrado entre enero y marzo.En su boletín económico de abril, el organismo supervisor también consideró algo superior el crecimiento intertrimestral de la economía que cifró en el 0,4 por ciento, una décima más, y, al igual que el INE, señaló que la desaceleración se constata por el menor empuje de la demanda interna, que sólo aumentó el 3 por ciento.Por el contrario, el sector exterior mejoró algo y solamente restó tres décimas al aumento del Producto Interior Bruto (PIB).El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, aseguró hoy que el crecimiento del 2,7% de la economía española pone de relieve que se está produciendo una "desaceleración rápida" respecto a los meses anteriores.Base de partida muy razonableAdemás, el pasado día 6, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, consideró durante su participación en la 41 asamblea del Banco Asiático de Desarrollo (BAsD), que un crecimiento del 2,8 por ciento en el primer trimestre es una "base de partida muy razonable" para lograr que el aumento de PIB en el conjunto del año se sitúe "en el 2,3 ó el 2,4 por ciento".El Banco de España advierte en los primeros meses del año una menor actividad en la mayor parte de los sectores, especialmente en la construcción, donde también se ha moderado en mayor medida la inversión, que se desacelera en todos los componentes.El consumo de los hogares sólo creció el 2,7 por ciento, cuatro décimas menos que en el anterior, según el organismo, en un contexto marcado por la incertidumbre económica y financiera internacional, la elevada inflación y una menor confianza de los consumidores y del comercio minorista. El Banco de España advierte, no obstante, de una mejora en la tasa de ahorro de los hogares.En su análisis de los distintos sectores de actividad, el organismo supervisor constata el menor ritmo de la actividad constructora y sus efectos en el empleo, y augura un mantenimiento de la desaceleración.Sobre el empleo, afirma que su creación sigue ralentizada y se hace eco del fuerte aumento del paro registrado en el primer trimestre, que ha hecho que el incremento del desempleo en un año haya alcanzado el 17,1 por ciento.