Ayer la Reserva Federal de EE.UU. aprobó por unanimidad mantener los tipos de interés entre 0-0,25% aún, ya que, aunque la economía norteamericana está saliendo de la recesión, aún es prematuro subir este indicador porque podría llevar al traste el crecimiento de la estabilidad. Ben Bernanke y los suyos se mostraron optimistas con el progreso que la economía de la primera potencia del mundo está llevando. Anunciaron continuar con su programa de 1,25 billones de dólares de
compras de valores con respaldo hipotecario para ayudar a que los mercados financieros se ajusten, pero dejaron vislumbrar que este programa no será eterno. En el primer trimestre del 2010 podría tener su epitafio escrito. Ahora le toca al sector financiero demostrar que es un Lázaro, que puede caminar solo tras la enfermedad que le paralizó y no seguir lamentándose al Gobierno.

Otro sector que también cojea aún, pero cada vez menos, es el laboral. Las solicitudes semanales de subsidio por desempleo descendieron esta semana en 21.000 a un total de 530.000 peticiones. Esta reducción se convierte en inesperada para el mercado pero, sin duda, una grata sorpresa ya que, cada semana, los datos son mejores, reducen las expectativas y subsanan el mayor handicap de la economía estadounidense.

También desde EE.UU. se van filtrando declaraciones de los miembros del G20 que hoy han comenzado su cumbre en Pittsburg. El tema central de la reunión será la economía. La crisis afecta a todos los países del grupo y el empleo y la situación financiera y, es que, el ahorro preocupa por encima de otras cuestiones que, en ocasiones, han ocupado la agenda de los 20. Algunos rumorean incluso si en esta cumbre se debatirá el papel del dólar como moneda reserva, pero parece que la divisa americana seguirá reinando pese a que las monedas asiáticas vengan arrasando o el euro haya marcado un máximo de 1,48 dólares ya.

En esta semana se han retomado las publicaciones de resultados empresariales en el otro lado del Atlántico, que hoy vienen protagonizadas por las cuentas de Ride Aid. La operadora de farmacias ha vuelto a recortar sus pronósticos de ganancias para este año tras ingresar 116 millones de dólares, frente a los 222 millones del mismo periodo del año anterior. Aún así, su pérdida fue menor gracias a los esfuerzos ahorrativos de Ride Aid. Hoy sus acciones se descolgaban estrepitosamente más de un 9%.