Los expertos apuntaban a la necesidad que las autoridades tomaran las riendas de la situación más allá de su apoyo con las inyecciones de liquidez, y la respuesta llega hoy. El Tesoro, la Reserva Federal y el Congreso estadounidense se unen como una piña para apuntalar el maltrecho sistema financiero del país: acordaron lanzar un paquete de medidas legislativas de manera "expeditiva" para afrontar la crisis entre las que destaca la compra de activos de baja calidad de bancos sobre todo vinculados a hipotecas. Los legisladores y los altos funcionarios económicos anunciaron que el acuerdo final sobre este paquete pueda estar listo en "cuestión de horas" y aunque las fuentes oficiales no explican cuánto le va a costar al país la concreción de las medidas, se baraja que podrían alcanzar los 500.000 millones de dólares. También el regulador estadounidense se une al resto de instituciones y toma medidas de emergencia,
la SEC prohíbe las operaciones de ventas al descubierto en acciones de 799 entidades financieras. La medida se prolongará durante diez días, hasta el 2 de octubre, pero podría llegar a estar vigente hasta 30 días naturales si la SEC considera que es necesario para proteger a los inversores. Gráfico Dow Jones