El selectivo español ha ido bailando del rojo al verde y vuelta al rojo hasta que al cierre de la sesión las presiones vendedoras han podido a las compradoras lo que ha dejado al Ibex 35 en el precipicio de los 10.700 puntos. El lado macroeconómico pesa más que los resultados empresariales, a pesar de lo cual y tras el acuerdo en Portugal la deuda lusa a 10 años respecto al bund alemán se ha reducido.
 
Así las cosas el Ibex 35 se tiñe de rojo en una jornada en la que tan sólo se han salvado de la criba Banco Popular, Bankinter, Inditex, Banco Sabadell e IAG.
 
Banco Popular ha liderado las alzas al cierre del selectivo con alzas del 2,5% tras anunciar un beneficio neto del primer trimestre de 185,7 millones de euros, un descenso del 9% respecto al mismo período del año anterior, pero por encima de las previsiones de los analistas.
 
Mapfre también llegó a ponerse en el pelotón de cabeza del Ibex 35, sin embargo al cierre, los números verdes se han convertido en rojos con recortes del 1,1% en una jornada en la que hizo público que su beneficio atribuible subió en el primer trimestre un 13,5% hasta los 310,1 millones de euros.
Otro de los protagonistas de la jornada ha sido Gamesa, una de las compañías que más castigo ha recibido al cierre de la sesión arrastrada por su competidora danesa Vestas, el mayor fabricante de turbinas del mundo, que anunció una pérdida en el primer trimestre mayor que lo esperado debido a una débil demanda.
 
Mala jornada también para los grandes del selectivo, mientras que los gemelos, BBVA y Banco Santander se dejan un 1,2%, Repsol era la más castigada con descensos del 3,3%.
 
Telefónica e Iberdrola también sufren recortes del 0,6% y del 0,8% respectivamente.

 La que más ha caído sin embargo ha sido OHL que se deja más de un 4%