Tras una apertura en positivo, el Ibex 35 se ha girado hacia terreno negativo y ha terminado la sesión con descensos del 1,20% hasta los 8.695,30 puntos. El Ibex 35 se deja un 1,9% en la semana y pierde los 8.700 puntos por primera vez desde finales de julio.
A nivel técnico, Diego Morín, analista de IG asegura que "el índice español se encuentra estancado en las últimas sesiones entre los 8900,00 y 8740,00 puntos, encontrando compras en el soporte de la semana y ventas en la parte superior, por lo que tendremos que esperar una rotura por alguna de las partes para saber la dirección del índice. Por tanto, seguiremos vigilando los mínimos de la semana, los cuales se ubican sobre los 8748,00 puntos y donde los compradores se han posicionado con interés, ya que dicho movimiento generó el rebote del índice hasta los 8900,00 puntos el pasado miércoles, de lo contrario, podríamos ver nuevos descensos hasta el soporte de los 8700,00 puntos".
El resto de bolsas europeas han presentado caídas del 0,31% en París, del 0,09% en Fráncfort y del 0,86% en Milán, mientras que la bolsa de Londres ha avanzado un ligero 0,07%.
En este escenario, las mayores caídas de la sesión bursátil de este viernes las han presentado IAG (-3,92%), Amadeus (-2,93%), Merlin (-2,72%), Meliá (-2,67%), Almirall (-2,4%), Cellnex (-2,39%) e Iberdrola (-2%). Por el contrario, en el terreno positivo solo se han situado Repsol (+0,95%), Acerinox (+0,71%), Fluidra (+0,4%), Acciona (+0,21%) y Naturgy (+0,18%).
Ayer se conoció lo que se considera la primera rebaja de estímulos a la economía por parte del Banco Central Europeo (BCE) desde la llegada del coronavirus. Eso sí, parcial y limitada. Y es que la cúpula de la institución europea anunciaba ayer una rebaja del programa de compras de la pandemia (PEPP) a partir del último trimestre del año a un ritmo "moderadamente inferior" a los dos trimestres anteriores. En cualquier caso, el Consejo de Gobierno seguirá efectuando compras netas de activos en el marco del PEPP con una dotación total de 1.850 millones de euros al menos hasta el final de marzo de 2022 y, en todo caso, hasta que considere que la fase de crisis del coronavirus ha terminado.
Para muchos esta medida BCE bien podrían considerarse como un "cierre del grifo" y una pequeña victoria para esos halcones, que quieren una política monetaria más restrictiva. Sin embargo, los expertos creen que este paso no es un sinónimo de 'tapering', es simplemente una "calibración" (en palabras de la presidenta del BCE, Christine Lagarde) dentro de un marco y reglas concretas como las del PEPP. Además, aunque el BCE no ha dado cifras, los expertos coinciden en señalar que el PEPP buscará una vuelta al importe de compras netas que se registraba en el verano de 2020 (entre 60.000 y 70.000 millones de euros).
Un anuncio, el de la reducción de loes estímulos, que llegaba a su vez con previsiones económicas al alza, a pesar de la quinta ola de la pandemia provocada durante el verano por la variante delta del Covid. La autoridad monetaria estima que la zona euro crecerá este año más de lo que tenía previsto. En concreto, desde la institución europea apuntaban que, aunque el crecimiento en el segundo semestre será "ligeramente" menor del que preveían hace tres meses a causa de la variante delta, el fuerte repunte de la actividad en el segundo trimestre (2,2%) permitirá que la zona euro crezca un 5% este año, frente al 4,6% que calculaban en junio. Ligeras rebajas en las previsiones de 2022 (del 4,7% al 4,6%) y sin cambios para 2023 (2,1%).
La estimación de inflación también sube. Ahora calcula que se situará en el 2,2% este año, el 1,7% el próximo y el 1,5% en 2023, por encima de lo que esperaba en junio (1,9%, 1,5% y 1,4%). La presidenta del BCE señalaba que, en cualquier caso, la previsión de precios está "muy lejos" de cumplir las condiciones fijadas en julio por el BCE (situarse en el 2% a medio plazo y de forma sostenida) para subir tipos por primera vez en una década y desde los niveles mínimos en que llevan desde 2016. Así, el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito se mantendrán sin variación en el 0,00%, 0,25% y -0,50%, respectivamente.
Con todo esto, las próximas claves y movimientos de ficha las tendremos en diciembre, en la próxima reunión de la cúpula del BCE. Vea el informe completo de las medidas anunciadas en la reunión del BCE
Entre las referencias macroeconómicas del viernes, destaca el dato de producción industrial en España, que se incrementó un 0,4% en julio en relación al mismo mes de 2020, y encadena cinco meses consecutivos de tasas positivas, aunque el de julio fue el menor crecimiento de dicho periodo.
La tasa de paro en España se situó en el 14,3% en el mes de julio, siete décimas menos que en junio, pero siguió siendo más del doble de la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Por otro lado, la recuperación económica de Reino Unido se ralentizó en el mes de julio, cuando su producto interior bruto (PIB) mensual creció un 0,1% con respecto al mes anterior como consecuencia de la caída del gasto de los consumidores.
En este contexto, el barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Estados Unidos, cotizaba en 69,56 dólares, tras subir un 2,1%, mientras que el crudo Brent, de referencia para Europa, marcaba un precio de 72,75 dólares, con un ascenso del 1,82%.
Por último, la cotización del euro frente al dólar se colocaba en 1,1825 'billetes verdes', mientras que la prima de riesgo española se situaba en 66 puntos básicos, con el interés exigido al bono a diez años en el 0,332%.