El euro se derrumbaba el lunes porque las preocupaciones sobre la salud del sector financiero europeo se incrementaron sin señales de alguna respuesta coordinada a la vista, mientras que el yen subía fuertemente por la reducción de la exposición al riesgo. La percepción sobre el euro empeoró aún más después de que los líderes de las cuatro mayores economías de Europa decidieron no aplicar un plan de rescate coordinado, en una cumbre del fin de semana. Los bancos europeos se han visto muy afectados por las consecuencias de una crisis que empezó en Estados Unidos, cuando colapsó el mercado de las viviendas y se multiplicaron las deudas hipotecarias impagas. El lunes, las acciones bancarias lideraban las enormes pérdidas de las bolsas europeas, de alrededor del 5% en el día. Suecia se transformó en el último país en actuar contra la profundización de la crisis, cuando su Gobierno dijo que expandiría las garantías para los depósitos bancarios, mientras que el banco central aumentó la cantidad de créditos ofrecidos a las entidades financieras. El domingo, Alemania se comprometió a garantizar las cuentas de depósitos privados, una medida que desató acciones similares de parte de Austria y Dinamarca. A las 1038 GMT,
el euro se desplomaba el 1,3% a 1,3583 dólares después de bajar a su menor nivel desde fines de agosto del 2007, a 1,3542 dólares