Franz no precisó qué tipo de medidas tiene previsto emprender la parte laboral y se limitó a hablar de "acciones". Las declaraciones de Franz se producen después de que la dirección de GM aplazara el viernes pasado una decisión sobre Opel.

Sobre la mesa de GM se encuentran dos ofertas de adquisición de su antiguo negocio europeo, la del fabricante de componentes austríaco-canadiense Magna, en cooperación con el grupo automovilístico ruso GAZ y el banco Sberbank, y la del inversor belga RHJI, perteneciente al estadounidense Ripplewood.

A lo largo del fin de semana, el Gobierno alemán volvió a manifestar su apuesta por Magna.

La canciller alemana, Angela Merkel, manifestó su decepción por la falta de decisión de General Motors.

En una entrevista con al segunda cadena de televisión pública ZDF, Merkel expresó, pese a todo, su esperanza de que el problema se resuelva en breve.

Según informaciones del diario Financial Times Deutschland, la dirección de GM está analizando alternativas a la venta de Opel, incluida la opción de esperar hasta que la compañía se vea obligada a presentar la suspensión de pagos.