En la tradicional rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que mantuvo los tipos en el 1%, el máximo responsable de política monetaria de la eurozona volvió a utilizar el término "apropiado" al referirse al precio del dinero en la zona euro, lo que apunta a que la institución emisora no se plantea modificar su actual política monetaria, en consonancia con el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal de EEUU.

Así, el banquero galo afirmó que la eurozona registrará bajas presiones inflacionistas en el horizonte relevante, ya que las expectativas de inflación a medio y largo plazo permanecen "firmemente ancladas" de acuerdo con los objetivos de estabilidad de precios de la entidad.

De este modo, los economistas del BCE ajustaron sus previsiones de crecimiento del PIB este año y ahora prevén que la economía de la zona euro crecerá entre el 0,4% y el 1,2%, frente al rango de entre el 0,1% y el 1,5% previsto en diciembre, aunque Trichet advirtió de que el dato del primer trimestre podría verse afectado por el mal tiempo sufrido por la región.

De cara a 2011, los expertos del BCE han revisado al alza sus pronósticos como reflejo de la esperada mejoría en la actividad económica mundial, hasta un rango de entre 0,5% y el 2,5%, frente a la horquilla prevista en diciembre de entre el 0,2% y el 2,2%.

Respecto a los precios, el BCE considera que en 2010 se situarán entre el 0,8% y el 1,6%, lo que supone una cierta revisión a la baja, mientras que para 2011 espera que la inflación aumente entre el 0,9% y el 2,1%, algo más de lo estimado en diciembre.