La entidad con sede en Londres, entre cuyos clientes se encuentran el propio tesoro británico y su banco central, sitúa el tipo oficial de la libra en el 1.25% a finales de 2011.
Además también modifica sus perspectivas sobre la tasa de inflación, y la eleva al 3.8% desde el 2.8% previo.

El crecimiento de los precios al consumo fue de un +3.7% durante el pasado mes de diciembre, lo que supone casi el doble del objetivo establecido por el banco central, en 2%.