La última reunión del Banco de Inglaterra ha contado tan sólo con dos votos a favor de subir los tipos de interés, debido a la salida de uno de los consejeros y al desmarque del hasta ahora favorable Ben Broadbent.

La división en el seno del Banco de Inglaterra continúa, pero a menor escala que en meses anteriores. En la reunión de junio, siete de sus nueve consejeros votaron a favor de mantener los tipos sin cambio, en sus mínimos históricos de 0,5%. Sólo Martin Weale y Spencer Dale se desmarcaron de esta opción.

La otra división entre los consejeros de la institución se deriva de su multimillonario programa de compra de deuda. Ocho consejeros votaron por mantener sin cambio la cuantía de este programa, en 200.000 millones de libras, mientras que Adam Posen volvió a abogar por un aumento de esta cifra en 50.000 millones de libras.