Casi dos de cada diez de los encuestados señaló que ellos o algún miembro de la familia había perdido su puesto de trabajo en los últimos meses y más de una cuarta parte dijeron que han sufrido recortes salariales.

Otra de las preocupaciones que compartió más de la mitad de los encuestados fue la de tener la capacidad económica necesaria para poder pagar la atención médica a un familiar enfermo.

Además, casi cuatro de cada diez señaló el pago de la hipoteca y los pagos de la calefacción para este invierno, entre sus preocupaciones.

Los encuestados también fueron consultados por los planes puestos en marcha por el gobierno para rescatar la economía.

En este sentido, casi dos tercios apoyan el plan de 700.000 millones de dólares aprobados en octubre para estimular la economía.

Sin embargo, cuando se les preguntó si secundarían igualmente el plan en caso de que el gasto generado aumentara el déficit, el apoyo se redujo al 47%.

Casi 9 de cada 10 mostraron su preocupación por el déficit presupuestario federal, de los que casi la mitad dijeron que están "muy preocupados".

En cuanto a la percepción de cómo el presidente electo, Barack Obama, está afrontando la difícil situación económica, el 55% consideró que está teniendo un buen comienzo en sus planteamientos para desafiar la "cuestión número uno" que enfrenta el país.

Casi la mitad cree que Obama será capaz de mejorar la economía "mucho" o "bastante", aunque también hay quien no está de acuerdo sus políticas y hubo un 10% que señaló que su visión económica va por el camino equivocado.

En cuanto a cómo ha liderado la crisis el actual presidente de EEUU, George W. Bush, sólo el 24% aprobó su papel en la crisis y el 23% consideró apropiada la respuesta del Gobierno.

De los entrevistados, tanto demócratas como republicanos e independientes fueron muy críticos con la actuación del gobierno actual para hacer frente a la crisis y más de siete de cada 10 lo rechazaron.

En parte, según explica el Washington Post, las críticas se derivan del escepticismo entre los ciudadanos de que el gobierno haya puesto en marcha los controles adecuados para evitar el despilfarro y el fraude en el uso de fondos federales en la recuperación económica.

Sólo el 30% está convencido de que el plan va acompañado de la debida reglamentación.

La encuesta se hizo por teléfono entre el 11 y el 14 de diciembre entre una muestra aleatoria de 1.003 adultos de todo el país. El margen de error es de tres puntos porcentuales.