Según los registros de la Comisión de Valores de EEUU (SEC), la mayor parte de las ventas tuvo lugar durante el periodo en el que la entidad disfrutó del respaldo del Gobierno mediante una inyección de liquidez de 10.000 millones de dólares en el marco del plan de rescate bancario (TARP).

En concreto, durante los ocho meses posteriores a la quiebra de Lehman Brothers los ejecutivos de Goldman vendieron más de 691 millones de dólares (494 millones de euros) en acciones del banco, incluso a pesar de que la entidad elevó significativamente su capital en bolsa mediante varias ampliaciones de capital, desde 395 a 503 millones de acciones.  

En contraste, entre septiembre de 2007 y abril de 2008, cuando el precio medio de las acciones de Goldman era sensiblemente mayor, las ventas de acciones por miembros del banco alcanzaron los 438 millones de dólares (313 millones de euros).

La participación en el accionariado de la entidad por parte de sus ejecutivos ha sido historicamente un importante componente de la cultura corporativa de Goldman Sachs.

Sin embargo, durante el periodo en el que los ejecutivos tuvieron autorización para vender acciones entre el 17 de septiembre y el 24 de octubre, fueron vendidos más de 250 millones de dólares (179 millones de euros) en acciones, mientras que en la 'ventanilla' ofrecida entre diciembre de 2008 y mediados de febrero, tras conocerse las primeras pérdidas trimestrales de la entidad desde que empezó a cotizar, se vendieron más de 280 millones de dólares (200 millones de euros) en acciones de Goldman, a pesar de que el precio de las acciones se hundió cerca de sus mínimos históricos.