Los precios al consumidor cayeron en mayo a la mayor velocidad en más de tres años, gracias a la caída de los precios de la gasolina. La inflación se ha situado en un 1,7 %, tras una caída del 0,3%. Este dato da más espacio de actuación a la Fed para la puesta en marcha de nuevos programas de relajación cuantitativa, los cuales, en anteriores ocasiones han dado un empujón a la bolsa.
Si se excluyen los precios de alimentos y energía, que son los más volátiles, la inflación subyacente el mes pasado fue de un 0,2 %, y la interanual se sitúa en el 2,3 %.