La Cámara de Representantes aprobó ayer, con 324 votos a favor y 84 en contra, un proyecto de ley que permitiría que el Departamento de Justicia de EEUU pida a los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que limiten su extracción de crudo y se pongan de acuerdo para fijar los precios de los hidrocarburos.A comienzos de mes, el Congreso, con mayoría demócrata en ambas cámaras, comenzó a debatir una serie de leyes que revocarían las exenciones impositivas por unos 17.000 millones de dólares que disfrutan las petroleras.En caso de aprobarse, esas leyes impondrían un impuesto del 25% a las ganancias extraordinarias de las petroleras que no inviertan en la exploración y desarrollo de nuevas fuentes de energía.El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, "una vez se jactó de que con sus amigos en la industria petrolera él podría mantener bajos los precios", dijo el senador demócrata Patrick Leahy, de Vermont, quien preside el Comité Judicial del Senado."En cambio, son sus amigos de la industria petrolera quienes se han beneficiado", puntualizó.Leahy añadió que hay una "desconexión" entre el precio del petróleo y el juego legítimo de la oferta y la demanda.Por su parte, el senador Herbert Kohl, demócrata de Wisconsin, dijo que "es necesario poner bajo control los precios, y sólo podemos llegar a la conclusión de que los mercados petroleros han fallado en esto".El presidente de Shell, John Hofmesiter, afirmó que "la ley fundamental de oferta y demanda es la que está operando".En respuesta a las preguntas de los legisladores, Hofmeister opinó que su empresa seguiría operando con ganancias si el precio del crudo estuviese entre los 35 y 64 dólares por barril.John Lowe, vicepresidente ejecutivo de ConocoPhillips, opinó en cambio que un precio razonable está por encima de los 90 dólares por barril, mientras que Stephen Simon, vicepresidente de Exxon, dijo que no tiene idea de cuál sería el precio real aparte "de lo que determine el mercado".