En un momento en el que los inversores ya buscan las próximas grandes oportunidades de cara al nuevo ejercicio, Bank of America ya ha puesto nombre y apellidos a dos de sus nuevos valores favoritos de cara a 2026... y son del Ibex 35. 

En concreto, ACS y Ferrovial, dos de los grandes emblemas del sector de las infraestructuras en España, han entrado en el exclusivo club de los “25 valores para 2026” de Bank of America, una selección que reúne a las compañías con mayor potencial de crecimiento a medio plazo. Además, ambas compañías se incorporan a la lista Europe 1, donde el banco concentra sus ideas más sólidas para el continente.

ACS, la constructora que reina en Estados Unidos… y en los centros de datos

Respecto a la constructora de Florentino Pérez, ACS se dispara en bolsa más de un 73% en este 2025 y cotiza actualmente en torno a los 84,30 euros por acción. Aun así, Bank of America cree que aún no ha dicho su última palabra: eleva su precio objetivo hasta los 97 euros, lo que deja un potencial adicional cercano al 15%.

Detrás de este optimismo hay un liderazgo difícil de discutir. ACS es la número uno en construcción en Estados Unidos y también la líder en el negocio de los centros de datos, un sector en plena explosión por el auge de la inteligencia artificial y la digitalización, de la mano de su filial Turner. El banco proyecta para el grupo un crecimiento anual del beneficio del 17% entre 2025 y 2028, con un extra de valor en nuevas autopistas de peaje dinámico y grandes infraestructuras tecnológicas.

Ferrovial, el arte de cobrar más… y cobrar bien

Pero si ACS es músculo para Bank of America, Ferrovial es margen. La compañía también entra en el club exclusivo de los “25 para 2026” gracias a un activo cada vez más escaso: el poder de fijación de precios.

La acción sube ya un 40,7% en el año, con la cotización en torno a los 57,5 euros, pero aún así Bank of America ve recorrido y eleva suprecio objetivo hasta los 67 euros, lo que abre un potencial del 16,5% adicional.

El motor principal sigue siendo la autopista canadiense 407 ETR, cuya capacidad de subir tarifas seguirá viva, según el banco, mucho más allá de 2026. A ello se suma un sólido negocio de carriles gestionados y la opcionalidad de nuevos proyectos internacionales que podrían volver a sorprender al mercado.