Según explicó la compañía, las pérdidas se debieron a los costes de reestructuración, así como a los gastos derivados de la quiebra del minorista Arcandor.

Los ingresos descendieron un 12% con respecto a los últimos tres meses de 2008, hasta los 12.390 millones de euros, también menos de lo que esperaba el mercado.