El Ibex 35 se ha jugado a una carta perder el soporte de los 7.700 puntos (mínimo intradía en los 7.699 puntos) y finalmente ha cerrado a la baja en los 7.747 enteros con un recorte del 1,64%. Las pérdidas han venido motivadas por una desconfianza creciente sobre nuestra solvencia. Los inversores han vuelto a presionar al mercado de deuda a pesar de la buena subasta del Tesoro Público que ha colocado más del máximo previsto -3.500 millones de euros- en letras a 3 y 6 meses. 

La cuestión es que la prima de riesgo ha vuelto a repuntar y lo hace hasta colocarse en el 406 puntos básicos y el bono español a 10 años salta hasta el 5,62% de rentabilidad exigida con un repunte del 2,7%. 

En el mercado de renta variable,Telefónica ha adelantado a Repsol, que cierra con una caída del 2,18%, y finalmente es el blu chip peor parado de la jornada con un recorte del 2,29%. 

Entre el sector financiero, el Banco Santander se deja un 0,98%, mientras que el BBVA pierde un 1,52%. Inditex, por su parte, se deja un 2% redondo en una jornada de pérdidas generalizadas en las bolsas europeas. Sorprendentemente y contra tendencia, tanto el Cac 40 parisino como el Dax Xetra germano cierran con pérdidas superiores a la bolsa española por encima del 2%. 

A la cabeza de las pérdidas se sitúa Mapfre que recorta un 3,59%, seguida de ArcelorMittal que pierde un 2,99% en la misma jornada en la que tan sólo cuatro valores se salvan de la quema, aunque de manera relevante tan sólo Bankia con unas ganancias del 2,33%. 

En terreno de divisas, el par euro/dólar recorta posiciones y vuelve al nivel del 1,29 marcado por dos variables estadounidenses: el arranque de la reunión de la Reserva Federal que podría anunciar una ampliación del QEIII si fuera necesario y una temporada de resultados en Wall Street demasiado discreta.