Encuentro Financiero Internacional Bankia 2012, “Economía, innovación y futuro”, el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado que “el Gobierno aplica realismo” a la hora de adoptar las reformas estructurales que está realizando teniendo en cuenta que se parte de “un entorno que no es sencillo y de una inercia heredada muy desfavorable. Las medidas adoptadas por el Gobierno en los últimos meses muestran que vamos en la dirección correcta”, afirma De Guindos en alusión al gobierno anterior.

La revisión sobre el crecimiento de nuestro país de más del 2% de crecimiento previsto para 2012, hasta el 1,7% de contracción que se calcula actualmente llevará a un ajuste de cara a este año del 3,5%, aunque el titular de Economía no ha querido dar cifras concretas sobre la necesidad o no de ampliar el ajuste necesario previsto en unos 25.000 millones de euros -sumados ya los 12.000 adicionales previstos según el tope de déficit anunciado por Mariano Rajoy la semana pasada en Bruselas. “No vamos a hablar de brotes verdes, sino que nos vamos a basar en datos reales”, ha dicho Luis de Guindos. “El gobierno se encontró con una desviación de 25.000 millones de euros de déficit. Si no se hubiera producido esta desviación y se hubiera logrado el objetivo del 6%, todo hubiera sido más fácil este año.”

En este sentido, el ministro se ha referido a un conjunto de medidas basadas en “tres pilares fundamentales” como son “el compromiso claro con la consolidación fiscal. Imprescindible para recuperar la confianza”; reformas estructurales, como la reforma laboral y financiera, y la necesidad de solidaridad por la que “se van a exigir sacrificios, pero éstos se deben distribuir de forma equitativa.” El ministro ha insistido en que todos los recortes se aplicarán de manera “equitativa”, aunque no ha dejado pasar por alto el hecho de que las comunidades autónomas sean las responsables de buena parte del desfase sobre el déficit fijado con Bruselas. Responde así, a la petición realizada por el presidente de Andalucía, José Luis Griñán, y el de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, que piden al Gobierno un poco más de manga ancha puesto que son las CCAA las que asumen la mayor parte del gasto, según ambos políticos.


Reforma financiera
El titular de la cartera de Economía asegura que el Gobierno ha adoptado medidas “en un doble sentido” dentro de la reforma del sistema financiero: “sanear los balances de activos que se consideran problemáticos” y “provocar una reestructuración profunda del sistema financiero.” Todo ello, dice el ministro, “debería redundar en poner en disposición a las entidades españolas de dar crédito.”

Según De Guindos, “los mercados han acogido (la reforma financiera) positivamente” y ha recordado otra serie de medidas del Gobierno como la creación de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia, una regulación para la apertura de nuevos comercios y respecto a las PYMES, normas para paliar los problemas de pago y deuda con estas empresas.


Cumplir con la UE
A cuatro de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciara que el objetivo de déficit para España es del 5,8% de cara a 2012, el ministro de Economía ha querido recordar el compromiso de nuestro país con Bruselas. “España ha firmado ha firmado el pacto fiscal que obligará a que el máximo déficit fiscal que asuman los gobiernos no puede superar el 0,5% del PIB. España, no solamente comparte este esfuerzo, sino que la Ley de Estabilidad Presupuestaria exigirá que en el año 2020 ninguna CCAA pueda incurrir en un déficit estructural”, dice el ministro.

“Los retos son enormes” puesto que, según De Guindos, “nos encontramos en una economía que se adentra de nuevo en una recesión sin habernos recuperado de la anterior. En 2011 perdimos el imprescindible esfuerzo de consolidación fiscal, nos encontramos en un deterioro laboral. Con un sector bancario que contrae el crédito en mucha mayor cuantía que la media comunitaria. Con unas CCAA con enormes dificultades de financiación. Esto está estrangulando al tejido empresarial español y suponen una rémora de la economía nacional en el exterior”. De ahí, que el Ejecutivo deba “liderar la senda reformista más amplia desde el inicio de la Transición Española.”