La crisis económica generada por el coronavirus, las inversiones necesarias para implementar el 5G y la progresiva pérdida de rentabilidad financiera abocan al sector a una concentración mucho mayor de la actual en toda Europa, según apuntan los analistas. Sin embargo, hasta ahora las autoridades de Competencia europeas se han mostrado firmes en defensa de los consumidores, lo que ha generado guerras de precios y una progresiva igualación de los servicios prestados y una diferenciación por precio.

La excepción en España es Telefónica en su clara apuesta por los contenidos propios televisivos, series o deportes, con el objetivo de llegar a un segmento de la población con mayor poder adquisitivo. Una estrategia que, sin embargo, no le ha dado rédito en bolsa y sí, en cambio, a su competidor más pequeño como es MásMóvil que ha explotado la estrategia de bajos costes con el objetivo de ganar cuota de mercado a costa del resto de competidores. Prueba de ello es la evolución que ha tenido desde el antiguo Mercado Alternativo Bursátil (MAB) hasta el Ibex 35 para culminar en una opa a tres bandas encabezada por los fondos KKR, Cinven y Providence.

¿Consolidación en las ‘telecos’? Así lo ven los analistas

Por novedoso que parezca para el sector las fusiones y adquisiciones no son palabras extrañas. De hecho, Vodafone compró Tele2 en 2007 y Ono en 2014, Orange ha adquirido a lo largo de su historia a marcas como Amena, Ya.com, Simyo, Jazztel o República Móvil en 2018, mientras que MásMóvil se ha engullido en su corta historia a Pepephone, Yoigo o Lycamobile. En los contenidos de televisión, Movistar compró en 2014 Canal+ a Prisa y a Mediaset. Muchas compras, pero siempre se mantenían como poco tres grandes actores nacionales, e incluso cuatro. 

El mercado ahora parece aferrarse a la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que se conoció en mayo en el que falló contra las autoridades de Competencia europeas por vetar la venta de O2, la filial británica de Telefónica, a la compañía china Hutchison en 2016. Esta decisión judicial puede abrir un escenario de mayores fusiones y acuerdos entre operadores en el Viejo Continente.

Juan Peña / GVC Gaesco Valores

La consolidación en el sector ‘telecom’ es algo que se venía demandando y esperando durante los últimos años y que parece que por una serie de factores, principalmente la crisis derivada del Covid-19 y una presumible relajación de la posición de la Comisión Europea, comienza a llegar.

Es un hecho, que el mercado ‘telecom’ europeo es absolutamente insostenible tal y como está ahora mismo con más de 150 operadores cuando en EEUU hay 3 o 4. El nivel de competencia y presión sobre los márgenes es altísimo y el esfuerzo inversor es el mismo en todas las geografías, máxime con la futura llegada del 5G.

España es un ejemplo perfecto de lo que se vive a nivel europeo y el movimiento del consorcio de fondos comprando MásMóvil es el primer paso en un proceso de consolidación del sector similar al que vimos en 2014-2015.

Creo que habrá un movimiento de MásMóvil (ya veremos en qué sentido) en los próximos meses, probablemente a lo largo de 2021, y que Vodafone, Euskaltel, e incluso Digi son potenciales objetivos.

Creo que los grandes ‘telecoms’ europeos, que han pasado unas grandes dificultades en los últimos años por sus elevados niveles de deuda y la alta competencia, pueden ganar un poco de aire con este movimiento de consolidación, no obstante, no todas sobrevivirán a este proceso y algunas pueden ser objeto de alguna compra o fusión transnacional, Telefónica incluida.

No obstante, creo que a nivel bursátil, los más beneficiados en el corto plazo serán los operadores pequeños que serán opados con más celeridad que los grandes.

 

 

Diego Morín / IG

Lo que comentó el lunes el consejero delegado de MásMóvil no es ninguna novedad, ya que hace unas semanas Bank of America publicó un informe sobre la “obligación” que tenían las empresas de telecomunicaciones de consolidar fusiones o adquisiciones porque estamos ante un mercado con un auge de competitividad y, a la larga, esto termina desfavoreciendo a las grandes compañías.

Asimismo, la fusión que más fuerza está cogiendo es sobre el interés de Vodafone en MásMóvil, aunque también podría entrar en juego Deutsche Telekom con su gran negocio en Estados Unidos y que puede meter mano en España. Por tanto, el lanzamiento de opas es algo que podría darse a conocer en los próximos meses.

Juan José Fernández-Figares / Link Securities

Las compañías del sector tienen la necesidad de lograr escala para mejorar su rentabilidad, algo que sólo se puede lograr en estos momentos mediante la concentración empresarial.  El principal problema del sector es que su negocio base, voz y datos, se ha convertido en un ‘commodity' que sólo puede diferenciarse por precio, lo que lleva años penalizando los márgenes. Además, ninguna de las estrategias de diversificación de productos/servicios implementadas por las compañías puede calificarse de exitosa. Es por ello que sí creo que van a continuar las operaciones de fusión, incluso extrafronterizas, simplemente por necesidad. El principal problema son los reguladores que, por motivos de competencia, pueden echar atrás alguna de ellas.

Joaquín Robles / XTB

El actual entorno económico está produciendo desequilibrios financieros en las empresas del sector de las telecomunicaciones, lo que aumenta la posibilidad de que se produzcan operaciones corporativas que generen un ahorro de costes y una mayor competitividad. Sin embargo, a pesar de las recientes especulaciones, consideramos poco probables fusiones de grandes operadores antes de que finalice el año.

Telefónica, que ha rebotado con fuerza durante las últimas sesiones, venía de cotizar en mínimos anuales, y se ha visto impulsada por el anuncio de un ambicioso plan de inversión en Reino Unido junto a su socio Virgin. La mejora en el sentimiento de los inversores, que esperan un nuevo paquete de estímulos en EEUU, también le ha permitido consolidar las subidas.

Las principales ‘telecos' europeas han sufrido mucho durante los últimos meses, ya que no han logrado capitalizar el aumento de la demanda en comunicaciones. La mayor parte de ellas acumula un alto endeudamiento que no le ha permitido acometer inversiones en nuevas tecnologías durante los últimos años. Además, la entrada de los operadores virtuales ha incrementado su competencia estrechando los márgenes de beneficio.

Las compañías que logren innovar serán las únicas que puedan elevar su potencial, ya que el sector está amenazado por nuevos participantes y regulaciones. Durante los últimos años la factura media de los clientes ha descendido por diversos motivos como las tarifas de minutos ilimitados, el roaming en Europa o el incremento en las tarifas de datos. Además, los paquetes completos de telecomunicaciones han descendido en detrimento de los nuevos servicios de streaming a la carta, al igual que con los eventos deportivos, que ya no hay un único proveedor. 

Julián Pascual / Buy and Hold

Las compañías de telecomunicaciones tienen, en general, datos fundamentales malos. El sector lleva años viviendo una comoditización, un proceso en el que los consumidores tienen la sensación que la única diferencia entre las operadoras de telecomunicaciones es el precio. Al final, los sectores con una rentabilidad como la banca están condenados a la consolidación, algo que hasta ahora no ha sido posible por la autoridades de la Competencia. Sin embargo, las inversiones por el 5G, importantes ya no sólo por la rapidez en la descarga de Internet, si no en la implementación del coche autónomo y en la robotización, pueden hacer que Competencia abra la mano para que se produzca una verdadera consolidación en el sector. 

Al final, lo más importante es que se produzcan fusiones nacionales porque es realmente donde se producen economías de escala y sinergias importantes en los costes que genera el despliegue de red y el mantenimiento. ¿Oportunidades en bolsa? No vemos en este momento ninguna compañía atractiva dentro de este sector.