Stark permanecerá en su puesto hasta que se encuentre un sucesor, que dado el habitual procedimiento, podría ocurrir a final de año. Stark, alemán, tendría que haber permanecido en su cargo hasta 2014, y ha sido miembro del consejo de gobierno desde junio de 2006.

La noticia fue adelantada por la agencia de noticias Reuters, que aseguraba que las razones detrás de la dimisión residían en el polémico programa de compras de bonos periféricos por parte del BCE. De hecho, es conocido su oposición al programa.

Según diversos medios, el número dos del ministerio de Finanzas alemán, Joerg Asmussen, sería el principal candidato para reemplazar el consejo ejecutivo a Juergen Stark.

La críticas de Alemania al BCE han sido habituales en los últimos meses. El antiguo presidente del Bundesbank, Axel Weber, fue el primero en levantar la voz, y más tarde dimitió de su cargo cuando era el candidato favorito para suceder a Trichet al frente de la institución. Su sustituto en el banco central alemán, Jen Weidmann, también ha criticado públicamente la medida.

"Hay una bronca bastante severa", explicó a Bloomberg el economista jefe para Europa de Citigroup, Jens Michels. "Parece que ha ido demasiado lejos".