Cómo hacer cartera para 2021: las bolsas serán la mejor inversión

La antigua forma de crear carteras, con una distribución de renta variable del 60% y del 40% para la renta fija no tiene una perspectivas muy halagüeñas, en opinión de Diego Fernández Elices, director general de inversiones de A&G Banca Privada.

Haciendo referencia a la rentabilidad esperada para posibles combinaciones de cartera para un riesgo dado, Elices destaca que la frontera eficiente histórica con un 60% de renta variable y un 40% de renta variable obtiene una rentabilidad media  aproximadamente del 9%. Sin embargo, en la actualidad esa rentabilidad se reduce por debajo del 4%, con una volatilidad algo por debajo pero similar. “Olvidémonos de carteras solo de renta fija y variable. Hay que buscar alternativos”, subraya.

Según Elices, en “la fase de esperanza”, que el mercado acaba de dejar, las bolsas suben mucho. Sin embargo, las valoraciones se incrementan por encima de los beneficios, por lo que las bolsas se encarecen. En la actual fase del ciclo, “la de crecimiento”, las bolsas siguen subiendo aunque a una tasa menor, los beneficios suben de manera muy fuerte, teniendo en cuenta el efecto base de años anteriores, y sin embargo, con ese crecimiento de beneficios, las bolsas se abaratan notablemente. “Si los beneficios crecen un 20%, las bolsas podrían abaratarse un 10% y subir un 10%”, explica.

Sobreponderar bolsas frente a renta fija

“Todo el mundo entiende que las bolsas están en unas valoraciones ajustadas. Los índices dicen poco porque estas valoraciones se construyen con cosas muy baratas y muy caras. A nivel de índices se espera cierta contracción de múltiplos. Las bolsas están solo ligeramente caras, no carísimas”, indica.

El experto concluye, en este sentido que “hay que ir tomando riesgo poco a poco”, por lo que cualquier corrección desde los niveles actuales serán una oportunidad de compra y no de venta, y advierte de que “técnicamente el mercado está algo sobrecomprado. Hemos llegado a cierta complacencia en algunos activos. Quien construya carteras a dos o tres meses vista debería tenerlo en cuenta, pero para construir cartera para el próximo ciclo toca asumir riesgo, sobreponderar renta variable sobre renta fija, hacer la transición de lo que mejor se ha comportado a lo que se ha ido quedando atrás”.

Sobre la rotación cíclica “que ya ha empezado”, Elice considera que continuará, pero “a un ritmo más pausado”.  “Ahora hay más cosas invertibles que hace un mes. Hay sectores denostados que ahora se pueden volver a mirar. En un mundo que poco a poco se normaliza, determinados nichos son una gran oportunidad de inversión”.  Así, sectores relacionados con el turismo, automóviles, consumo o inmobiliario son nombres que “ofrecen valor teniendo una visión constructiva”.

Elice explica también que los ganadores en términos por beneficio post covid-19 son los que son, aunque no está tan seguro de que vayan a serlo en bolsa a partir de ahora. De hecho, han ido reduciendo exposición a tecnología en las últimas semanas. La firma mantiene carteras diversificadas con cierta sobreponderación a EEUU que Europa.

Desde el banco privado consideran que vamos hacia un ciclo alcista en el que las valoraciones de las bolsas son ajustadas pero en términos relativos es el activo más atractivo. “La diversificación y la gestión de carteras es fundamental. Apuesta por los alternativos y gestión activa”.

En cuanto a renta fija, Germán García Mellado, Gestor de Renta Fija de A&G Banca Privada, con un escenario en el que los bonos con rentabilidades negativa a vencimiento alcanzan máximos en 17,5 billones de dólares y tipos en mínimos, destaca que ven más valor en crédito que en soberanos. Sí en emisores financieros, considerándolos parte de la solución a la situación actual y no en el origen del problema, como ocurrió en 2008. Ven valor en deuda subordinada corporativa, cuyo riesgo “está de sobra pagado en determinados nombres con buenos fundamentales” y en sectores penalizador por el coronavirus, aunque hay que “ir nombre por nombre”, teniendo en cuenta el colchón de liquidez y los ingresos de caja de cada compañía.

Invertir en activos alternativos

Desde A&G recomiendan ampliar las inversiones alternativas, pero ¿en qué porcentaje? “Dependiendo del tipo de cliente, de su patrimonio y de las expectativas, aconsejan que la presencia de este tipo de activos en cartera no supere el 20% o el 25%. “La liquidez es un activo que no vale mucho hasta que se necesita”, advierten. La firma, que se mueve históricamente entre el 10% y el 20%, se consideraba un rar avis hace unos años. “Éramos muy agresivos en cuanto al peso y tengo la sensación de que últimamente está siendo más de consenso y habrá que cuidar la liquidez. Añadimos inversiones alternativas líquidas, fondos de inversión que aplican una estrategia long/short, por ejemplo”, señala Elice.

Para la parte más conservadoras de la cartera buscan alternativas a la renta fija. Ahí encuentran “cosas interesantes” en préstamos, deuda ilíquida direct lending o infraestructura, y menos en private equity o venture capital. Para perfiles que no se pueden permitir esa iliquidez señalan fondos multiestrategias para buscar estabilidad en cartera.

Así, consideran que “toca incrementar el riesgo” en un momento en el que “hay luz al final del túnel”, pese a que la situación, en lo referente al coronavirus, “a día de hoy no sigue siendo buena” porque “los contagios siguen aumentando. De hecho, advierten de que con las medidas que se han ido tomando, especialmente en Europa, va a haber una ralentización económica en el cuarto trimestre, considerada como “un pequeño alto en el camino para seguir construyendo”. “Los mercados siempre piensan en la siguiente derivada. La vacuna hace evidente que el problema tiene una fecha de caducidad. No sabemos si será en el primer, segundo o tercer trimestre del año, pero una tercera ola grave cada vez parece menos probable.”, destaca Elice.

El director general de inversiones de A&G Banca Privada, resalta que “en un entorno de sensación de fin del mundo, las bolsas están, en muchos casos, arriba en el año”. Sin restar importancia al coronavirus, recuerda que este ciclo económico venía mostrando síntomas de agotamiento antes del estallido de la pandemia. “El covid-19 ha sido el catalizador final que siempre hay, como cambios en políticas monetarias, guerras o factores exógenos como este”, explica. 

Según las previsiones del banco privado, la economía mundial se contraerá este año en torno al 5% este ejericio, teniendo en cuenta que la suma de estímulos monetarios y fiscales es posiblemente mayor a ese porcentaje. “Extraña el comportamiento de los mercados dada la situación del covid-19 pero si miramos los estímulos monetarios y otros factores, por lo que “quizá no exista esa desconexión absoluta entre el ciclo económico y las bolsas”. Elice cree que “ya hemos dejado atrás la recesión y vamos a una fase expansiva”, aunque hace hincapié en que será un ciclo menos intenso.