Esto dejaría a Fiat con la libertad de escoger y seleccionar qué segmentos de la automotriz desea, informaron estas fuentes.
El Gobierno proveería el financiamiento de bancarrota, mientras se desarrolla el proceso de quiebra.
El sindicato United Auto Workers está incorporado en los planes de Chrysler y probablemente tomaría una participación en la compañía reestructurada, afirmaron las fuentes.
Sin embargo, si no se puede alcanzar un acuerdo con los bancos acreedores de Chrysler y Fiat, la fabricante de automóviles se acogería a la bancarrota y comenzaría el proceso de liquidación, dijeron las fuentes. Chrysler ha reducido su tamaño de manera radical en los últimos años, pero aún emplea a decenas de miles de personas.

