En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) Caixabank ha explicado que la consolidación por integración global de los resultados de BPI desde febrero de 2017, referida anteriormente, impacta en la evolución interanual de los principales epígrafes de la cuenta de resultados y del balance.

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El margen bruto alcanza los 8.222 millones (+5,1%) por la mayor generación de ingresos básicos del negocio bancario (margen de intereses, comisiones e ingresos del negocio de seguros), que aumentan un 18% en el Grupo y un 8% en CaixaBank, y la incorporación de BPI.

El 96% de los ingresos proceden de la actividad bancaria básica, tras la menor actividad por operaciones financieras (-66,7%) y la menor contribución de las participadas (-21%).

La rentabilidad de CaixaBank mejora desde diciembre 280 puntos básicos y se sitúa en el 8,4% -cerca del objetivo establecido en el Plan Estratégico del 9%-11%-, mientras que el ROTE recurrente del negocio bancario y asegurador alcanza el 11,2%, con un resultado de 1.748 millones.

En un contexto de tipos de interés en mínimos, el margen de intereses alcanza los 4.746 millones de euros (+14,2% respecto a 2016), impulsado por la incorporación del negocio de BPI, que aporta un 9,1% de crecimiento. En CaixaBank, el margen de intereses aumenta un 5,1%, esencialmente por la gestión de la actividad minorista, con una fuerte reducción del coste del ahorro a vencimiento. La evolución de los ingresos se ve impactada por la reducción de la rentabilidad de la cartera crediticia y de la cartera de renta fija por la bajada de los tipos de interés de mercado.

Los ingresos por comisiones alcanzan los 2.499 millones de euros. En su evolución (+19,5%) incide la aportación de BPI (+13,2%) y los ingresos derivados de la actividad comercial de CaixaBank (+6,3%), que refleja una mayor transaccionalidad y una mayor actividad debido a la fortaleza en los negocios de gestión de activos y de previsión.

Los gastos de administración y amortización recurrentes se sitúan en los 4.467 millones (+11,8%) y reflejan principalmente la incorporación de BPI, aunque en perímetro homogéneo se mantienen (+1% respecto a 2016 y +0,2% en gastos de personal).

En 2017, se han registrado 110 millones de costes extraordinarios asociados a BPI. Los ingresos de la cartera de participadas se sitúan en 653 millones (-21%) reflejo, entre otros, del menor dividendo de Telefónica, cambios de perímetro y la venta del 2% de la participación de BPI en BFA (-97 millones atribuidos) registrado en enero antes de la toma de control.

En CaixaBank, la cartera crediticia bruta se reduce un 1,9% y la cartera sana un 1,2% en 2017. Si no se considera la reducción de la financiación a CriteriaCaixa en el marco del proceso de la desconsolidación prudencial (1.043 millones en el primer trimestre de 2017), ni tampoco la evolución del sector público, la cartera sana se mantiene estable (+0,4%).

 

 

La ratio de morosidad de CaixaBank se sitúa en el 6% (6,9% a 31 de diciembre 2016), muy por debajo de la media del sector, y la ratio de cobertura de la cartera dudosa mejora hasta el 50% (47% a cierre de 2016).

En el Grupo, los saldos dudosos descienden hasta los 14.305 millones. En CaixaBank, que ascienden a 13.086 millones, se han reducido en 1.668 millones en 2017 y 837 millones en el trimestre, tras venta de carteras.

Las dotaciones para insolvencias se sitúan en 799 millones. En la evolución anual (+154,2%) incide la liberación de 676 millones de euros de provisiones de la cartera crediticia en el cuarto trimestre de 2016 tras el desarrollo de modelos internos, consistentes con la Circular 4/2016. Aislando este efecto, la evolución anual sería del -19,3%.

CaixaBank alcanza una ratio Common Equity Tier 1 (CET1) fully loaded del 11,7%, en línea con el rango fijado en el Plan Estratégico, del 11%-12%, y casi 3 puntos porcentuales por encima de los requerimientos del supervisor del 8,75%.

Los indicadores técnicos de CaixaBank dan a la entidad una puntuaciónd e 9 sobre 10, al considerar que se encuentra en fase alcista, con dicha tendencia tanto a medio como a largo plazo.