Cada producto tiene su momento y las hipotecas en yenes fueron el producto estrella en el 2.000, 2.001, 2.002… cuando los tipos de interés en Japón eran sustancialmente más bajos que en EEUU. o Europa, y cuando el yen se depreciaba en sus principales cruces. Sin embargo, las reglas del juego cambiaron hace ya mucho tiempo. El estallido de la crisis bancaria y del sector del ladrillo, inició una recesión económica en la que fueron necesarias medidas no convencionales de política monetaria y reiteradas rebajas en los tipos de interés de EEUU. y Europa. Con todo, aquel importante diferencial existente entre los tipos de interés de EEUU – Europa y los de Japón había desaparecido (y con él el carry trade), y la depreciación del yen, daba paso a la depreciación del euro y del dólar frente a la moneda nipona.


Resumiendo,
hipotecarse en yenes puede ser una acertada decisión pero obviamente, no siempre lo es. Lo será en una situación de importantes diferenciales entre los tipos de interés de Japón y los de Europa y cuando se observa una senda sostenible en el tiempo, de depreciación del yen frente al euro.

Si analizamos la situación de los tipos y el comportamiento del yen frente al euro, observamos que desde hace bastante tiempo, los tipos de interés están anclados en niveles anormalmente bajos (en Europa y especialmente en EEUU). En referencia a la evolución del yen, contamos con un 2.011 de movimientos especialmente volátiles que propicia la confusión e impiden determinar si el proceso de apreciación experimentado por el yen, ha concluido ya.

Así, en ausencia de un diferencial importante entre los tipos de interés en Europa y los de Japón, y en ausencia de una tendencia clara en el cruce euro/yen que además queda acompañada de una incomoda volatilidad, deberíamos decidirnos por el no.

¿Que podemos esperar en los próximos meses? A pesar de que en materia monetaria el BCE ya ha iniciado una etapa de subida de tipos que podría devolver parte de atractivo por las hipotecas denominadas en yenes, pensamos que las subidas serán graduales y más lentas que en otras ocasiones.

En referencia al cruce euro/yen, necesitamos movimientos clarificadores, movimientos que apoyen una senda de depreciación del yen frente al euro y para ello, es necesario que previamente veamos al euro/yen estabilizado en un rango de 118-122.

En cualquier caso, sea para tomar la decisión en los próximos meses o sea porque ya se tiene contratada la hipoteca en yenes, lo que no puede olvidar, es seguir muy de cerca la evolución del yen. Tener una hipoteca en yenes implica un seguimiento del cruce euro/yen y ser activo ante movimientos apreciadores del yen. Si no hay seguimiento al cruce y no se implementan coberturas ante movimientos apreciadores del yen, pese pagar sin excepción cada una de las cuotas de la hipoteca, el capital pendiente se reducirá a un ritmo mucho más reducido del esperado.