El FGD de las cajas de ahorros cuenta, según el último registro correspondiente al ejercicio 2007, con un total de 3.630 millones de euros procedentes de las aportaciones anuales realizadas por las entidades financieras adscritas a él.


Según figura en el real decreto 18/1982 de 24 de septiembre, antes de que el instituto emisor realizara una eventual dotación de recursos al FGD, y en caso de que el patrimonio del fondo se situara en valores negativos, la comisión gestora del mismo podría acordar que las entidades adheridas realizaran derramas.


La comisión gestora del fondo se integra por ocho miembros nombrados por el ministro de Economía y Hacienda, cuatro en representación del Banco de España, uno de los cuales sería presidente, y cuatro en representación de las entidades de crédito que forman parte del fondo.

Fuentes financieras consultadas por Europa Press recalcaron que los fondos de garantías de depósitos existentes, el de las cajas de ahorros, el de los bancos y el de las cooperativas de crédito, tienen amplia capacidad de actuación y capacidad "cuantitativa", ya que "pueden recibir anticipos del Banco de España".

Así, recordaron que el Banco de España hizo aportaciones en el caso Banesto, y que el FGD está capacitado para adquirir activos "conflictivos de una entidad" para sanear su balance, situación que podría producirse en el caso de la integración de Caja Castilla-La Mancha en Unicaja.

Antes de que se anunciara la fusión, diversos miembros del consejo de administración de Unicaja consultados por Europa Press consideraron lógico que existan "garantías y apoyos" desde el Gobierno y el Banco de España para hacer viable la operación, sin más precisiones.

Los consejeros de Unicaja incidieron en que, para que la fusión sea posible, habrá que analizar la situación económica de CCM, "así como las ayudas y aportaciones que realicen Gobierno y Banco de España para que haya garantías que permitan asumir por parte de Unicaja las dificultades o el 'agujero' que pueda existir".

Analistas consultados por Europa Press eludieron valorar si las informaciones que apuntan a un agujero de más de 1.000 millones de euros en CCM son ajustadas, y recalcaron que existen múltiples posibilidades para afrontar activos problemáticos.

Concretamente, indicaron que el organismo que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez podría desde comprar dichos activos a través del FGD o de deuda subordinada, a instar a la entidad financiera en cuestión a desinvertirlos antes de integrarse en un grupo.