La última edición del boletín mensual del BCE apunta que la zona del euro se ha beneficiado de un cambio en el ciclo de existencias y de una recuperación de las exportaciones, así como de las significativas medidas de estímulo macroeconómico aplicadas, pero alerta de que estos factores de estímulo "son de naturaleza temporal.


Respecto a la inflación, el informe señala que el Consejo de Gobierno de la entidad espera que la estabilidad de precios se mantenga a medio plazo,
respaldando el poder adquisitivo de los hogares de la zona del euro. "Las expectativas de inflación a medio y a largo plazo siguen firmemente ancladas en niveles compatibles con el objetivo del Consejo de Gobierno de mantener la inflación en tasas inferiores, aunque próximas, al 2% a medio plazo", señala.

Asimismo, el BCE sugiere que como reflejo de la débil recuperación de la demanda en la zona del euro y en otros países, es previsible que siga observándose gran contención en la evolución de precios, costes y salarios.

Por otro lado, el BCE advierte de que muchos países de la zona del euro se enfrentan a "fuertes desequilibrios presupuestarios en rápido crecimiento", que generan el riesgo de tipos de interés a medio y a largo plazo menos favorables y descensos de la inversión privada.

Así, la institución emisora de la eurozona advierte de que los elevados niveles de déficit y deuda pública representan una carga adicional para la política monetaria y desacreditan la función del Pacto de Estabilidad y Crecimiento como pilar fundamental de la Unión Económica y Monetaria.

"De conformidad con el procedimiento de déficit excesivo, se exigirá a todos los países que cumplan los compromisos adquiridos. El saneamiento de las finanzas públicas deberá comenzar en 2011 a más tardar y tendrá que exceder sustancialmente el ajuste anual del 0,5 del PIB establecido como requisito mínimo en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento", concluye el informe.