Según los datos de la Cámara de Comercio facilitados a la consultora internacional SedeenChina, mientras que en el año 2009 las exportaciones al país fueron de 1.986 millones de euros y en 2010, de 2.663 millones, en 2011 superaron los 3.000 millones de euros, en cerca de 284.000 operaciones.

De estos datos se deduce que cada vez más empresas se plantean este tipo de operaciones para entrar en nuevos mercados y ofrecer diferentes alternativas a su público. Sin embargo, no todas las compañías que se plantean exportar a China saben cuáles son las claves para hacerlo ni los pasos a seguir.

Muchas consideran que China puede ser la solución a sus problemas, pero no hay que olvidar que hay que cumplir una serie de requisitos para exportar con éxito. Según Adrián Díaz, gerente y socio fundador de SedeenChina, “lo esencial es haber triunfado en algún mercado antes de llegar a China, para ofrecer seguridad y un status que haga a los chinos confiar en un producto extranjero”.

Además, es importante que saber que China es un país inmenso en el que se concentran todo tipo de públicos y mercados, ya que se asemeja más a un continente que a un país, por ejemplo, en el norte hay clima frío y seco mientras en el sur es subtropical. China tiene provincias con influencia anglosajona o musulmana, provincias con cultura y razas propias que pueden hacernos cambiar nuestra estrategia de ventas. Distinguir los lugares más tradicionales de los  más modernos o abiertos puede ser clave para introducir nuestros productos en el lugar correcto.