El presidente y consejero delegado de la empresa, Kenneth Chenault, recordó que American Express ha seguido siendo rentable en momentos en que otras compañías del sector de tarjetas de crédito registraron pérdidas.

No obstante, "seguimos siendo muy cautelosos respecto de las perspectivas económicas", por lo que la compañía se propone realizar esfuerzos adicionales que ayuden a reducir más sus costes operativos, agregó.

La entidad prevé ahorrar unos 175 millones de dólares con el recorte de plantilla, otros 500 millones con la disminución de inversiones en mercadotecnia y otras áreas de negocio, y reducir en 125 millones otros costes operativos, incluidos gastos de asesoría y viajes.

"Consideramos que estos esfuerzos nos situarán en mejor posición para seguir siendo rentables y liberar algunos fondos adicionales que serán reinvertidos en el negocio", con el objetivo de aprovechar las oportunidades que surjan una vez que la economía comience a recuperarse, manifestó Chenault.

American Express prevé anotarse en el segundo trimestre un cargo extraordinario de entre 180 y 250 millones de dólares asociado a la reducción de plantilla.

La emisora de las tarjetas de crédito American Express registró un beneficio neto de 437 millones de dólares en el primer trimestre de este año, un 56% menos que en igual periodo del 2008, en tanto que sus ingresos bajaron un 18%.

Además, redujo un 22% sus costes en el primer trimestre respecto del año anterior y aumentó su provisión de reservas hasta 1.800 millones de dólares, 600 millones más que en 2008.

La compañía puso de manifiesto en abril, al difundir esos resultados, su disposición a devolver los más de 3.000 millones de dólares en fondos públicos que ha recibido, si los reguladores lo consideran adecuado después de analizar su situación y la de otros bancos.

La Reserva Federal, el Departamento del Tesoro y otras agencias reguladoras de EE.UU. anunciaron el pasado 7 de mayo que American Express y otras ocho entidades no necesitan conseguir fondos adicionales para afrontar un posible empeoramiento de la economía.