Estas pérdidas están por encima de las previstas por algunos analistas que las situaban en torno a 203 millones de euros.
Además,
los ingresos hasta junio disminuyeron un 59’1% llegando a los 1.292 millones de euros.

El resultado bruto de explotación arrojó un saldo negativo de 282,2 millones de euros frente a un resultado positivo de 325 millones de euros en el mismo periodo de 2008.

Ante la caída de la actividad en el primer semestre, la compañía ya recortó la producción en España, EE.UU y Sudáfrica al 50% y suspendió temporalmente la actividad de 1.900 empleados en nuestro país.

Este descenso ha sido justificado desde la compañía por la crisis que está viviendo el sector de los aceros inoxidables.