Accor logró batir los números rojos y salir de pérdidas en 2010 gracias a la escisión de sus actividades de servicios en su nueva filial Enred. Así pues, la compañía ganó 3.600 millones de euros el pasado ejercicio.


La escisión en Enred le generó una plusvalía de 4.044 millones de euros, que se vio aminorada por otros elementos también excepcionales: 284 millones de euros por depreciaciones de activos, 263 millones por una provisión para el litigio de Wagons-lits y 79 millones por una nueva evaluación del grupo Lucien Bariere.