Varios legisladores intensificaron su presión sobre el Gobierno para que rescate a la automotriz. El presidente de GM, Rick Wagoner, informó a una publicación de la industria que la empresa necesita ayuda financiera antes de que Barack Obama asuma la presidencia del país el 20 de enero. A cambio de la inyección de capital, señaló Wagoner, GM está dispuesta a ofrecer al Gobierno acciones preferenciales, aceptar límites a la remuneración de ejecutivos y acelerar el lanzamiento de vehículos de consumo eficiente de combustible. Sin embargo, Wagoner agregó en la entrevista que no está dispuesto a dejar el cargo.

"Creo que nuestro trabajo es asegurar que tenemos el mejor equipo para administrar a GM. No me queda claro cómo ayudaría (mi salida)", dijo.

El analista de Deutsche Bank, Rod Lache, dijo en una nota a los inversionistas que "sin la asistencia del Gobierno, creemos que el colapso de GM será inevitable y que precipitaría un riesgo sistémico que sería difícil de superar por parte de las automotrices, proveedores, minoristas y otros sectores de la economía estadounidense".

Presión en la capital

En Washington, la delegación legislativa de Michigan, el estado que alberga a las tres grandes automotrices del país -GM, Ford Motor Co. y Chrysler LLC- envió una carta al secretario del Tesoro, Henry Paulson, pidiéndole que ofrezca préstamos baratos a los tres fabricantes de autos con los US$700.000 millones establecidos para ayudar a las instituciones financieras atribuladas.

Hasta el momento, el gobierno de George W. Bush no ha cedido, asegurando que se están extendiendo US$25.000 millones en préstamos para las automotrices a través de un programa del Departamento de Energía. Obama ha expresado su apoyo a medidas para ayudar a las automotrices pero no ha revelado detalles.

Ayer, la acción de GM perdió casi un cuarto de su valor, cayendo US$1, a US$3,36 en Nueva York. Eso redujo el valor de mercado de la compañía a sólo US$2.670 millones.

Una gran aseguradora de créditos, Euler Hermes, canceló la protección de seguros a los proveedores de GM y Ford, según dos fuentes al tanto. Estas personas dijeron que las entregas de los proveedores no fueron cubiertas por el seguro durante las últimas dos semanas, ya que aumento el riesgo de que las automotrices no paguen por las entregas.

En un documento presentado a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, GM informó que si sus auditores independientes, que revisan las finanzas de la compañía a fines de año, concluyen que existe una "duda sustancial" sobre la "capacidad de la empresa de continuar sus operaciones" el próximo año, la automotriz incumplirá acuerdos de préstamos, incluyendo uno de US$4.500 millones en una línea crédito renovable asegurada y un préstamo de US$1.500 millones.

Eso les daría a los acreedores de GM el derecho a pedir la cancelación completa de la deuda. La automotriz informó que entre los factores que podrían ponerla en dicha situación estaría el hecho de no lograr encontrar nuevas fuentes de financiación o vender activos de peso.

La portavoz de GM Renee Rashid-Merem, dijo que la compañía "creyó que era prudente aclarar" su situación "dado el estado de nuestra liquidez" en estos momentos.

GM reportó el viernes pasado pérdidas de US$2.500 millones en el tercer trimestre, y anunció que había usado US$6.900 millones en efectivo, reduciendo sus reservas de liquidez a US$16.600 millones. La compañía ha dicho que necesita por lo menos entre US$11.000 millones y US$14.000 millones para mantener sus operaciones a flote.