Este lunes Abengoa ya se disparó un 11% en el mercado continuo de la bolsa española, lo que mostraba el grado de confianza que tienen los inversores en que la situación pueda llegar a buen puerto. 

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha decidido este martes "cautelarmente, con efectos inmediatos" suspender la negociación de las acciones de Abengoa "por concurrir circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones sobre los citados valores".

Según los sindicatos, la compañía andaluza de ingeniería ha conseguido la ampliación de los créditos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) mientras que la Junta de Andalucía se ha comprometido con otros 20 millones para asegurar la continuidad de la empresa.

Abengoa se había fijado como prioridad lograr 250 millones de euros de liquidez, que fueran avalados del ICO y otros 300 millones para cubrir las necesidades del negocio hasta finales de 2021.

Los acreedores también se enfrentan a una quita de casi 3.000 millones para salvar la firma en una negociación a cuatro entre acreedores, proveedores, compañía y Gobierno central, que no quiere dejar caer a una empresa que emplea a 14.000 trabajadores en todo el mundo y es una de las referencias empresariales en Andalucía.

Según El Confidencial, la compañía reclama a su vez hasta 1.130 millones al Reino de España, según un informe elaborado por KPMG. Esta cantidad le serviría para hacer frente a los 682 millones en deudas vencidas con proveedores

Abengoa cumple este martes el plazo para lograr financiación

Sin pagar salarios

Abengoa se deja en bolsa en lo que va de año más de un 15%. Y es que la situación de la compañía, que ya era delicada, se ha agravado debido a la crisis del coronavirus, hasta el punto de no poder pagar el salario a sus empleados. 

La empresa que dirige Gonzalo Urquijo sigue con un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afecta al 30% de su plantilla en España y al 15% de sus empleados en el resto de países.

En las últimas cuentas presentadas, correspondientes a 2019, anunciaron pérdidas por valor de 517 millones de euros, así como un importe negativo de 388 millones, lo que la colocaba en causa de disolución.

Por otra parte, la firma prevé hasta 2028 unas caídas superiores al 20% en casi todas sus grandes magnitudes, entre las que destacan un descenso del 22% en las contrataciones, del 21% en las ventas y del 8% en su Ebitda.

No se trata de la primera vez que Abengoa se ve envuelta en unas circunstancias similares. En 2016 consiguió esquivar el que habría sido el mayor concurso de acreedores de la historia de España, después de acumular una deuda por valor de casi 9.000 millones de euros. Tras salvarse, la compañía emprendió dos planes de rescate financiero en 2017 y 2019, que se unen al actual.

 

No obstante, el acuerdo todavía no ha sido completamente ratificado. Los sindicatos esperan que se confirme este martes a través de un comunicado.