Nulo crecimiento económico:

La actividad económica española, tras recuperar tímidamente el terreno positivo en el ejercicio 2.010, vuelve a quedar a cero. La principal preocupación, el elevado y prolongado paro, las pobres perspectivas sobre su evolución y su impacto; sobre el consumo y sobre la capacidad del ciudadano medio para hacer frente a las deudas contraídas en el pasado.

Elevado déficit:

Sin duda el gran desafío para España. En el 2.010, el gobierno español se ha visto obligado a acometer contundentes medidas de ajuste fiscal que permitan reducir el déficit a niveles más asequibles con el crecimiento actual. Lamentablemente, medidas que en última instancia estrangulan cualquier posibilidad de recuperación económica.

Ambos, han sido los causantes de una creciente percepción del riesgo sobre España. Su reflejo en el ejercicio 2.010, lo hemos visto en forma de fuertes repuntes de la prima de riesgo española y en forma de fuerte encarecimiento del coste de financiación de gran parte de las subastas que han tenido lugar. Y es que ambos problemas, se han visto potenciados por un temible efecto contagio desde Grecia e Irlanda y que previo paso por Portugal, podría llegar de lleno a España. Así, el 2.011 arranca con grandes desafíos y con la necesidad de soluciones reales que permitan que la capacidad de financiación española en el mercado, no empeore. Los tipos actuales, aunque elevados, son asumibles pero una continuidad alcista en el coste de financiación, podría hacer peligrar su capacidad de financiación.

Es por ello que las citas con el Tesoro español seguirán siendo de principal interés en este ejercicio, en el que las previsiones del estado, muestran un incremento del endeudamiento neto del país en 47.200 millones de euros, un 8,7% más que el año pasado. Si efectivamente, las previsiones se cumplen, el saldo vivo de la deuda pública del Estado alcanzará los 587.000 millones de euros a final de 2.011.



En la renta variable, el balance anual queda en recortes de 17,43%. No obstante, si observamos el gráfico mensual anterior, podemos observar que no todo fueron recortes para el selectivo español. En el habitual zigzag de las tendencias que marcan los movimientos de los mercados, el Ibex dejó un claro conato de ruptura de la tendencia bajista con origen en octubre de 2.007 y que tuvo lugar el pasado mes de octubre (lo hemos sombreado con un círculo). Sin embargo, la inmediata y contundente vuelta bajista que tuvo lugar en el mes de noviembre, confirma que aquella, fue una falsa ruptura y por tanto, da continuidad a la tendencia bajista de largo plazo.





Si centramos la atención en el gráfico diario anterior, podemos observar que el ejercicio 2010 partía en las inmediaciones de los 12.000 y desde allí dejó dos movimientos bajistas (líneas azules de trazo grueso) y sus correspondientes reacciones alcistas (líneas rojas de trazo grueso). Ahora, a falta de que se confirme la ruptura de los 9.720, se estaría desarrollando un tercer movimiento bajista que debería dejar un nuevo mínimo relativo. Es por ello que estoy muy interesada en ver si una vez recobrada la actividad habitual, el selectivo español logra mantenerse por encima de los 9.720.

En cualquier caso, mientras el Ibex 35 no sea capaz de superar la zona de resistencias que definimos entre los 10.210 y los 10.290, el movimiento bajista de noviembre seguirá activo y las probabilidades favorecen que tarde o temprano, tenga lugar la ruptura bajista de la importante zona de soportes de los 9.720.